Desde hace mucho tiempo vengo recibiendo correos de Ediciones Nuevo Ser con el anuncio de un concurso literario. Claro que no he publicado este anuncio en la página de concursos de Letralia por la razón que ya he comentado varias veces: el concurso es simplemente una fachada para la venta de «acciones» dentro de una edición cooperativa.
Lo curioso de este anuncio en particular es que Nuevo Ser parece estar utilizando las técnicas clásicas del más rancio spam: un generador de correo masivo que esconde la dirección real del remitente en un acertijo tipo Mxyzptlk: clkfd@hotmail.com, jhdsa@hotmail.com y cosas así. Sólo que dudo que estos kultspammers desaparezcan al pronunciar sus e-mails al revés.
De todos modos vale recordar que quienes participan en estos concursos nunca ganan, sólo reciben loas por sus textos para atraerlos a participar en las ediciones cooperativas, lo cual por supuesto tiene un costo en dinero contante y altisonante. ¿Una prueba? El concurso se repite una y otra vez, hasta la saciedad, moviendo la fecha límite de recepción de mes en mes. Por eso siempre le digo a los amigos: bajo ningún concepto participen en un concurso que incluya en sus bases la expresión «edición cooperativa» o alguna similar, y mucho menos en concursos que les cobren un arancel por participar. Hay suficientes concursos legítimos en el campo de juego como para dejarse embaucar por estos infelices.
Tarde: yo caí – no pagué nada -pero mi sentido de inseguridad en la calidad de lo que produzco junto a que tengo que invertir para que me lean fué el cornetazo que necesité para darme cuenta de esta «estafa»: eso sí, las loas a tu talento y a tu trabajo, son de esas que abren cualquier cartera. En mi caso el concurso no se repite, viene con otro nombre…
Gracias por el dato.
Qué mueran los cretinos!
Haces bien Jorge en constatar a estas editoriales. Este tipo de concursos se utilizan desde hace mucho tiempo en Argentina y la tactica es siempre la misma. Hay un ganador, al que no se le cobra y una gran selección de los mejores poetas, a los que se les comunica que han sido seleccionados para participar en una antología poética con un costo determinado por página. Es la forma que tiene de captar clientes, en caso de que el poeta este de acuerdo le ofrecen determinada cantidad de libros en contrapartida con su pago. El resto de los libros van a mesas de saldos. Aquí en Buenos Aires anuncian con carteles cerca de las librerías y bibliotecas convocando a esos certamenes. He visto reuniones multitudinarias de poetas convocados para observar la decisión del jurado. He conversado con uchos poetas y la mayoria sabe de esta metodologia y la toma como una forma de principiar en la edición de sus escritos, otros por supuesto la rechazan categoricamente. La mayoria que lee poesía son los mismos poetas y son muchos.
Con respeto a los certemenes a ver si algun día hablamos de los grandes concursos en que otorgan premios a personas acomodadas. Ya lo observé en en los dos ultimos premios Clarin-Alfaguara año 2004 y 2005, en que dos alumnas del escritor y periodista Guillermo Saccmanno fueron las ganadoras. Acontecimiento reconocido tanto por la Pradelli como la Piñeiro. Demasiada o sugestiva casualidad.