Con diversos amigos hemos estado discutiendo, en los últimos meses, sobre la pertinencia de tener un blog. Sabíamos que la herramienta había sido puesta en boga con el inicio de la cacería de Bin Laden emprendida por las fuerzas de EUA, pero al adentrarnos en lo que ha dado por llamarse blogosfera descubrimos que, exactamente como un reflejo de lo que es el resto de la red —donde no siempre los contenidos más útiles o interesantes están al alcance de la mano—, era preciso escarbar bastante para hallar blogs que nos convencieran.
Así que esta es mi propia prueba. Supongo que al principio caerán por aquí sólo los amigos, pero para quienes no tienen idea de quién es este que escribe, los invito a visitar mi página personal o la revista literaria Letralia, que edito en Internet desde 1996. Pues un poco de eso es este blog: notas marginales, principalmente sobre literatura, que no encajan en ninguna parte de mi página ni de mi revista.
Salud a todos.
Ánimo, comprobarás que este formato de publicación no defrauda. Además ofrece recursos muy interesantes para los escritores y facilita extremadamente la comunicación con el lector.
Un saludo