Al columnista Hernando Gómez Buendía lo echaron de la revista Semana, de Colombia, por plagiarse a sí mismo.
La historia haría las delicias de Franz si pudiera enterarse de ella: el día de San Valentín, la publicación, en un gesto no muy romántico, ofreció disculpas a sus lectores por no incluir la columna de Gómez Buendía, ya que contenía fragmentos textuales de una edición anterior de la misma columna. Es decir, se plagió a sí mismo, lo que Semana opina no va muy bien con la idea de ofrecer un producto «siempre novedoso».
Gómez Buendía se defendió diciendo que algún duende de taller había omitido una referencia bibliográfica que él sí que había incluido en su artículo, y la administración de la revista está investigando el caso. Según él, ambas ediciones de su columna trataban más o menos el mismo tema y, como su opinión sigue siendo la misma desde que publicó la primera edición, pues dejó algunas frases sin ponerle ni quitarle.
Al menos no parece tomárselo tan a pecho:
Mis columnas pueden ser muy malas pero me cuesta muchísimo trabajo escribirlas, incluyendo ésta en su segunda versión.
Jajajajja!!!!
Intertextualidad, intertextualidad… o dialogismo, dialogismo… que se lo digan a Bryce Echenique y a Martín Romañan, que se miran al espejo y no saben quién son!
¿Qué le pasará a Lucía Etxeberría cuando se mira al espejo? ¿Ve a Antonio Colinas? Jiji…
¿Y al filho-da-puta que más abajo comentas (gracias, por cierto)? ¿A quién verá al espejo? ¿A un… «drama em gente» que diría Pessoa?
Apasionante Bitácora, pero vas demasiado rápido, no me da tiempo a leerte todoooooooooooooo
Dicen que Bram Stoker no podía mirarse al espejo, y que Franz los rompía persiguiendo cucarachas.