Jean-Baptiste Grenouille es el protagonista de El perfume, pero bien pudo ser el de El hombre invisible. Carente de olor corporal, Grenouille pasa desapercibido para las personas; el desarrollo innato de su olfato a niveles inauditos compensa quizás su carencia. Grenouille no huele a nada, pero es capaz de adivinar cómo está dispuesto su entorno usando para ello las coordenadas que le da el olfato.
Como el hombre invisible se pinta para tener una apariencia normal, Grenouille —experto perfumista— se fabrica su olor corporal para generar en quienes le rodean las sensaciones que él desee. No cuento más porque sé que para quienes no hayan leído el libro de Patrick Süskind me convertiré en un aguafiestas. Sólo diré que Grenouille es el artista perfecto, capaz de manipular a sus semejantes a través de su arte.
El perfume es una obra mayúscula que en pleno 1985 asaltó a sus miles de lectores con una propuesta afirmada simplemente en el lenguaje. Su trama, narrada uniforme y unidimensionalmente, no dispone de artilugios literarios para sorprender al lector. Vaya que éste sí es sorprendido, no obstante, por la erudita ráfaga de datos que Süskind dispara sobre la época —el siglo XVIII— y sobre el oficio de perfumista. La novela en sí es todo un placer, pero si se lee pensando en cómo se escribió, cómo fue el trabajo de investigación que se oculta tras ella, se convierte en un verdadero impacto.
Me sorprende gratamente por estos días saber que El perfume se convertirá en una película. Da un poco de miedo pensarlo. ¿Puede contarse la terrible historia de Grenouille en imágenes que duren en conjunto noventa o cien minutos? He ahí el primer reto para Tom Tykwer, el director. Los datos sobre el filme, por supuesto, están en IMDB, pero llama la atención sin mayor preámbulo la presencia de Dustin Hoffman y Alan Rickman en el reparto. Grenouille será interpretado por Ben Whishaw, un actor británico de 25 años que al parecer se lució interpretando a Hamlet el año pasado. Pero, no sé… la cara de galancito desprotegido del Benito me pone desconfiado. Ya veremos esta película, sin prejuicios.
¿Más sobre el tema? Hay un montón de bitácoras hablando de Grenouille, en parte por la circunstancia, claro, del inminente rodaje; otras bitácoras sin embargo tocan temas alternos: Kbulla, desde Ciudad Guayana, habla de Grenouille y los inciensos, mientras que un tal Mario, desde México, ya le inventó una cara a Grenouille.
Hola! me llamó la atención el tema de tu artículo, pues yo leí ese libro hace ya varios años y quiero escribir algo de él en mi blog. Me alegro de haberte leido pues me entero sorpresivamente que habrá una película, de la cual estaré súper pendiente para verla.
Me fui a la dirección que pusiste del rostro del actor interpretador y me parece que sí puede cuadrar…
Saludos!! Bye
ah, se me olvidaba, él no era para nada «invisible»… pero tampoco quiero arruinar la lectura a aquellos no inciados en el libro.
que libro…!!! aun me esta haciendo oler las cosas. hace muchisimos años me lo regaló mi padre, de quien heredo una nariz muy dedicada a olisquear el universo y me marco absolutamente. temo a la version cinematografica pero igual ire a verla apenas la estrenen !
pues sí, acá en México ya se estrenó la película pero aún no he ido a verla con el fin romantico de afferrarme a mi imaginado Grenouille, carente de auto-existencia con poderoso don y murcielago de sensores olfativos, sea como fuere, ver el film es una atracción innegable y un hecho contundente que esperemos, sea de nuestro total agrado, al menos del mío propio, saludos y feliz de leer sus comentarios, mkl