El crecimiento exponencial de la blogosfera está produciendo un fenómeno similar al de mediados de los noventa, cuando la masa internauta empezaba a sentirse agobiada por el vertiginoso caudal de información que creía tener en sus manos. Digo creía porque si entonces hubiéramos imaginado cómo estarían hoy las cosas…
Pero ya se sabe que la cantidad atenta contra la calidad, y no va a ser la blogosfera una excepción de la regla. Un medio hiperdemocrático se basa necesariamente en la estandarización, no en la calidad, y aunque en alguna parte hay un lector garantizado para casi cualquier tontería, existe la tendencia a que grupos de lectores-comentaristas-blogueros (entendiendo que todos nosotros somos cada una de estas cosas y todas, a la vez) se sientan atraídos hacia nichos de calidad específicos. Dicho más sencillo: hay quienes bloguean muy bien, y en relación a su audiencia funcionan como campos magnéticos, aglomeran a su alrededor a gente que atrae a más gente que atrae a más gente. Y así.
Con la muerte del papa se verificó una vez más que son pocos los blogs dispuestos a salirse de la línea de opinión «políticamente correcta», como ironizaba yo mismo esos días. ¿Para que visitaría yo un blog que me va a decir lo mismo que el diario que manché de café esta mañana? De algo similar se quejaba hoy Javi, aunque extendiéndose a los medios de comunicación en general (y la blogosfera lo es, a no dudarlo):
Vengo observando que últimamente todo el mundo habla de las mismas cosas. Realmente no creo que la actualidad venga definida por las cosas que son relevantes, sino por determinados acontecimientos que los medios de comunicación mayoritarios deciden que son importantes, ergo actualidad.
Quizás es que hay mucho tráfico de información que no es pertinente. Gran parte de las noticias que leo no me interesa, realmente no son noticias para mí ni para mucha gente. Algo así comentaba, esta mañana, Malaprensa —un blog creado específicamente para señalar defectos de los medios. Por otro lado: la reiteración de contenidos de que hablaba yo anteayer, pero ya no concentrada específicamente en los contenidos literarios, se vuelve en la blogosfera un mal endémico.
Más sobre la pertinencia decía Kira hace unos días al comentar que actualmente existen 31 millones de bitácoras en todo el mundo, y que a finales de este año serán más de 53 millones. Ante tal desmesura Kira lanzaba este borgianismo:
Me pregunto cómo haremos para encontrar ese blog que vivimos buscando leer… el de las palabras que precisamos… será que la cosa está en buscar, encontrar, pero pensar que no es ese sino algún posible otro y continuar. Y así, sin descanso y en continuo? Una progresión borgeana interminable.
La respuesta la tiene cada quien, pero existe una pista importante: los enlaces entre blogs en la forma de comentarios ocasionales a otros blogs o, lo que me parece más poderoso, en la lista de enlaces, ese pequeño espacio que cada bloguero reserva a otros blogueros con quienes establece sinapsis intelectual, emocional o de cualquier otro tipo (hay quienes se enlazan porque se aman, que no todo tiene que ser escribir, escribir, escribir…). Si un blog ejerce magnetismo hacia mí, ¿no ejercerán un magnetismo similar los contenidos que lee el autor de ese blog?
Muchos blogueros y un solo mundo que describir. Y es que lo único que merece la pena de la sudada de un buen polvo, es poder contarlo.
Excelente tu blog que encuentro por culpa de Juan Arellano. Así que hay que seguir explorando tu teoría del magnetismo 🙂
Por aquí volveré y apenas me cambie a WP quiero incluirte en mi blogroll
Más aun, Luis: muchos blogueros, y cada uno de ellos tiene un mundo que describir. Como decía Borges, toda la inmensidad del universo me ocurre a mí.
Álvaro, bienvenido a estas notas. Entré a tu bitácora pero algo me impidió ver la página principal. Lo que leí, sin embargo, me gustó. Un abrazo.
La verdad es que disfruto mucho de esta conversación, aparte de sentirme muy halagada cuando me citas 🙂 [gracias]… A mí me da angustia la imposibilidad de cubrir todos los buenos contenidos que pueda haber en la red, o la de hacer contacto con toda esa gente escribiendo. Es la misma angustia de no alcanzar a leer todos lo libros que quisiera…
Esperaba que mencionaras lo de los libros porque es una analogía muy cercana. Fíjate: suele suceder que alguien venga a mi casa y, al ver el montón de libros, lance la pregunta de las sesenticuatro mil lochas: «¿Y tú te has leído todo eso?».
Cuando era niño la pregunta me desconcertaba, pues me ponía a preguntarme si había alguna manera de asegurarme de tener sólo los libros que fuera a necesitar.
Mis juveniles angustias fueron resueltas por Arturo Úslar Pietri, en uno de sus «Valores humanos». Contaba el viejo Úslar que él tenía una biblioteca inmensa, quizás desmesurada (una vez vi una fotografía de su biblioteca y había libros hasta en el suelo), y que mucha gente le preguntaba en forma ingenua si se había leído todo aquello. Él respondía que los libros no siempre son para leerlos completos, pues uno puede tener por ejemplo un diccionario, que es para consulta, o una enciclopedia de historia, que quizás no leerá nunca completa. Los libros están ahí para que los conozcamos, para que su dueño sepa de qué tratan, y en algunos casos, también para leerlos completos.
Así los blogs, así Internet toda. No sabemos para qué sirve todo eso, pero disponemos de buscadores que nos pueden ayudar a localizar la información. De pronto un blog publica sólo un post que me interesa, ¿para qué leerlo todo?
«Un medio hiperdemocrático se basa necesariamente en la estandarización, no en la calidad» No entiendo muy bien el calificativo de «hiperdemocrático» para la blogósfera ¿Dónde está la democracía? En todo caso Hiperanárquico me parece a mi, es un punto de discusión interesante.
Por otra parte, hay suficientes blogs ahí afuera (o tal vez aquí adentro) como para ahogarse en ellos. «Filtrar» se impone en eta época de sobreproducción digital.
Hiperdemocrático, Top, en el acceso a los medios para publicación. Y, al igual que en el mundo real, la democracia implica un tanto de anarquía, que ya ves cómo están las cosas en este país, ¿no?
Bueeeeeno, hay quien dice que esto no es un país, sino un estacionamiento 😉 Creo que un toque de anarquía es inherente al ser humano.
Kira recalca el problema de las limitaciones para ponerse en contacto con toda la gente que está escribiendo en bitácoras sobre temas que a ella le interesan. Ese comentario va en la línea de lo que me preocupa a mí.
Pienso en la bitácora como un espacio para abrir el diálogo y para crear redes. Mi preocupación es cómo propiciar el diálogo en torno a asuntos que a mí me interesan.
Aunque con frecuencia encuentro datos interesantes en bitácoras, no pienso en ellas como fuentes de información; para eso busco bases de datos especializadas.
Igual cuando me refiero a las bitácoras cómo un medio democrático, no tengo en mente que la difusión de contenidos vía bitácora requiera una inversión menor que vía televisión, radio o medios impresos. Lo que tengo en mente es que las bitácoras son espacios abiertos para el intercambio de ideas. No utópicamente democráticos, pero sí mucho más que la mayoría de los otros espacios sociales.
Mi esposo a veces se desespera y no entiende porque continúo comprando libros si no me he leído todos los que tengo ;). Su angustia en nuestras mudanzas era el peso de los libros, los cuales para mi desesperación he tenido que ir dejando regados aquí y allá con la esperanza de recuperarlos algún día especialmente los que dejé en Venezuela. El proceso de selección de lo que irá en la maleta se me hace bastante pesaroso. Comparto lo de Uslar porque en casa, de niña tenía una biblioteca bastante grande y mis padres la misma compulsión lectora y coleccionista de posibles lecturas.
Para mí los blogs no son sólo puntos de información sino ventanas a la persona que los escribe. Me interesa la experiencia del que escribe, la experiencia del acto de escribir y a veces establecer un punto de contacto gracias al texto, un poco más allá del diálogo.
Cuestión de perspectivas. Para mí el contacto con las personas representa una fuente de información valiosa desde el punto de vista vivencial. Claro que mucha de la información que se transmite en el contacto no nos sirve, digamos, para escribir un ensayo (para ello las fuentes especializadas que menciona Iria), pero es información, oro en bruto que enriquece nuestra experiencia de vida.
Hey … Alvaro me gano en comentar por acá, lo que pasó fue que quería postear haciendo referencia específica a este post, y he tenido el asunto en draft como 3 días. Bueno, excelente blog. Los campos magnéticos me trajeron hasta acá.
Mi post que comenta el tuyo es:
http://arellanos.blogspot.com/2005/04/magnetismo-blogosfrico.html
Jorge Gómez y Juan Arellano: disculpen pero este fin de semana tuve problemas cibernéticos. Mi blog fundió motores porque dizque la base de datos se corrompió. Pobrecita! yo que la quería tanto y le era tan fiel!
En todo caso eso precipitó mi mudanza a WordPress.
http://otexto.net
Pero reanudo esta conversación. Me gustó mucho el apunte de Juan donde cita a Jorge y amplía lo del magnetismo… interesante.
Saludos especiales además a todos los que han comentado aquí donde Jorge. Qué hermosa conversación se ha desarrollado. Inteligente, respetuosa, entretenida…
Esto da optimismo en torno a los blogs que en su proliferación más que anarquía, tiendo a ver cacofonía… muchos de ellos solo gritan en su afán por llamar la atención. En lugar de charlar a sotto voce, o convesar.