H. G. Wells escribe La guerra de los mundos. Orson Welles asusta a todo el mundo con una versión radiofónica. Steven Spielberg se olvida del santurrón de E.T. y re-crea a Wells y a Welles. Y Jacques Grand Juan surfea sobre todo eso y pone a Welles a hablar sobre la destrucción de Nueva York.
En los 80, Grand Juan era considerado una de las promesas del cine francés. La estela duró poco pues, tras un primer largometraje exitoso protagonizado por Philippe Noiret, sólo filmó una comedia que pasó bajo la mesa y se encerró durante veinte años en la isla griega de Tinos.
Pero entre una y otra película, Grand Juan empezó a rodar Pantheon, para la que pidió a Welles que interpretara un papel. El legendario director se negó, pero accedió a viajar a París para ser grabado en una entrevista de 15 minutos en la que previó la posibilidad de un atentado nuclear contra Nueva York:
El enemigo es la capacidad de destrucción atómica, que puede aparecer por la puerta trasera de los pequeños países que la tienen, como Pakistán, Israel o quizás Sudáfrica. Podría ser un terrorista que hiciera volar Nueva York… y entonces habría una reacción en cadena. Pero es mi opinión. Solamente es mi opinión.
Pantheon quedaría inconclusa, pero a veinte años de aquella entrevista en París, Grand Juan la ha desempolvado para incluirla en Lucifer et moi, que vendría a ser su tercer filme —rodado en el mar Egeo— y que se espera esté listo el año próximo para presentarlo en Cannes.
Hola, Jorge. Yo soy de esos que quieren a Welles (que es fan, pues) y esta noticia me suena como el anuncio de una tabla ouija que funciona. Ojalá que Peter Bogdanovich consiga rescatar algún día aquella última película de Welles, la de El otro lado del viento… Un saludo.
Paso a leerte, te dejo un saludo.