Por una u otra razón nunca tuve libros del Chino Valera Mora. Ya se sabe lo difícil que es conseguir cierta literatura en el interior de Venezuela; en la época en que viví en Caracas sus libros se me escapaban, generalmente por desinterés de mi parte, pues leía poca poesía entonces. Así que me he tenido que conformar con leer poemas sueltos del Chino aquí y allá.
Hace unas semanas tuve que ir a Valencia por asuntos de trabajo y me perdí. Para quien no conoce esa ciudad, Valencia es, vialmente hablando, un misterio. Quizás fue mala suerte de mi parte, pues cada transeúnte al que consultaba me daba indicaciones que contradecían las del anterior.
Lo cierto es que así me vi, sin planearlo, ante la entrada de un gran centro comercial. Después de almorzar me puse a recorrerlo y hallé una librería Kuai Mare, donde entre otras cosas se consigue buena literatura venezolana. Y ahí estaba esperándome el Chino en la Nueva antología preparada por Gabriel Jiménez Emán e incluida en la Biblioteca Básica de Autores Venezolanos de Monte Ávila.
El Chino Víctor Valera Mora escribió una de las poesías más coloridas de la literatura venezolana, aunque básicamente se paseó a través de sólo dos objetos poéticos: el amor y la política. Sin mayores dificultades, salta de una poesía en la que retrata todo lo humano —el amor, claro, pero también el dolor y los hechos cotidianos— a esa poesía militante que igualmente han escrito Cardenal, Dalton, Neruda. Igual en ambos extremos se lucía. Como «poeta político», por llamarlo de alguna manera, la música de sus letras opaca lo que de panfletario pudiera tener su pensamiento:
Si me tapan los oídos con que oigo
a mis hermanos pálidos y hambrientos,
hablaré seriamente con el aire
para que se abra paso hasta los sesos.Y si una bala loca se enamora
de mis sienes violentas,
yo seguiré pensando con los huesos.«Canción del soldado justo» (fragmento), en el libro homónimo de 1961.
Esa misma pasión desenfrenada se mantiene en los poemas en los que habla de la mujer. Su poema emblemático, lo saben sus lectores, es ese «Oficio puro», del libro Amanecí de bala (1971) cuyos dos primeros versos (“Cómo camina una mujer que recién ha hecho el amor / En qué piensa una mujer que recién ha hecho el amor”) pululan en los murmullos de las tertulias venezolanas cuando a alguien se le ocurre la feliz idea de mencionar al Chino. El amor es, en su poesía, una fuerza telúrica:
Cuando amo despejo las terrazas
La noche es el sol contenido en los huesos
de las bestias muertas
Mis espaldas hendidas por la mecánica celeste
En tu cuerpo me tenso como un arco
y derribo las puertas y estallo en las alturas
y la rama dorada se me ofrece
Voy hasta el fondo
El asunto es de pura animalidad
Somos tú y yo y la poética«Teoría y solfeo», en Amanecí de bala.
Es, también, un misterio:
Yo he bebido aguas de oro de la mujer amada.
Yo he bebido sangre sudor y lágrimas
de la amistad de la mujer amada
Vapuleado por los celos y las incomprensiones
he bajado a los dos infiernos y he visto
una gran sombra y una puerta secreta.«Laberinto», en Del ridículo arte de componer poesía (1994).
Y en algún caso, como es de esperarse, mezcla sus dos amados objetos:
Ya la boca me duele Emilba Rave
me duele de tanto decirte que jamás
he pensado pasarte a la Revolución
y menos por mi culpa vayas a hundirte en el infierno
Que es palabra de hombre hablarte de este modo
Que deseo arrasarme en el sol de tu vientre
Averiguarte con los hierros de trabajar la carbonería«Tender», en Amanecí de bala.
Valera Mora murió antes de tiempo, como suelen morir los poetas, o quizás un poco antes. No había cumplido los cincuenta cuando, en 1984, lo alcanzó la muerte.
De los poetas como él se suele decir que se oyen mejor cuando cantan al amor que cuando cantan sus fiebres políticas. Se dijo de Pablo Neruda, se dijo de Alí Primera, se dirá —hasta el hartazgo— de Silvio Rodríguez. Leyendo su poesía uno adivina que no le concedía mayor importancia a quienes, colegas incluidos, criticaron su militancia y su paso por la guerrilla. Y aunque nadie se lo pidió, él mismo se explica:
Los escritores que le viven
buscando cuatro patas
al triángulo y luego dicen
que no les importa la política
deberían cortarse los cojones
y echárselos a los cochinos.«Juego limpio», en 70 poemas stalinistas (1979)
Mi opinión sobre Víctor Valera Mora es simple. El Chino es uno de los pocos poetas a quienes uno podría llamar, sin dudarlo, poeta mayor.
Querido Jorge, no te ví en mi paso por Venezuela, pero por cosas de la patafísica y mismas razones me compré la antología del Chino la cual me acompañó hasta Bangladesh y estoy disfrutando en estos momentos… me robaste este post de los dedos… Un abrazo.
Así sea. Me has inoculado el virus de la curiosidad.
Kira, ya será cuando yo viaje a Bangladesh. Tomaremos café o lo que sea que se tome por aquellos planetas. Un dato que olvidé poner en el post es que el libro cuesta apenas cinco mil bolívares. ¿No es una delicia? ¡Que viva la revolución!
Luis, vaya y cómprelo. Y después nos dice.
Sí, ya tendremos oportunidad. Así que tenemos ahora el compromiso de ese café. Y en lo de los 5 mil bolos te apoyo. Que viva la revolución entonces!
A pesar de las diferencias de criterios que tenemos, me contenta la opinión que tienes sobre “El Chino”. Ahora, tu escribes “aunque básicamente se paseó a través de sólo dos objetos poéticos: el amor y la política” Amigo, creo que con esos dos temas puedes abarcar miles de temas a su vez. Valera Mora expresó sus puntos de vista de temas que van más allá de esos dos que mencionas sin necesariamente escribir sobre ellos.
Su pensamiento político aunque simple, no tiene nada de panfletario. Sin muchos rebusques y conceptualizaciones Valera Mora logra dar con explicaciones estructurales que diagnosticaban muy bien la realidad político-social de su época.
Aprovecho para decirte que hay un libro de “Obras completas” de “El Chino”, y no se si en los comentarios lo haces irónicamente, pero efectivamente es este gobierno el que permite el acceso a la cultura… un acceso que antes no podríamos ni soñar.
amigazo, aquí en México de donde soy yo, el Chino Valera es virtualmente desconocido, ni mis profesores de Literatura en la carrera de estudios latinoamericanos conmocen a este gran poeta; me interesaría compartir algunas reflexiones sobre la obra de este gran poeta venezolano con algunos venezolanos mas aparte d elso que ya conozco, así que si me haces favor podemos conversqar un poco
hermano como estas yo lei la antologia del chino la nueva y me parece buenisima , yo soy un joven de apenas 18 años , y esta poesia esta llena de energia , de juventus , de pasion , esta llena de justicia , el chino un bohemio luchador , soñador , hombre entre los hombres y es hora de dar a conocer mas la poesia del chino , hacerles homenajes y yo soy capaz de colaborar de hacer poemas para el y para sus luchas porque el sigue vivo mas vivo que nunca , bueno estoy me feliz al leer tu pagina , gracias por hacer vivir la poesia , estoy a la orden hermano como dice l chino patria poesia o muerte .
Hola a todos.
Agradecido estoy por permitirnos leer estos versos prodigiosamente inefables de la pluma del Chino.
He estado trabajando en musicalizar con todo el respeto varios poemas de mi compatriota. Por lo delicado que esto resulta, solamente he permitido presentar 2 de ellos en solamente 2 conciertos, Vuelo de Cetrerìa y Oficio puro. Quisiera poder tener la oportunidad de darlo a conocer, en honor a la pluma del Chino por supuesto, ya que es un poeta al cual admiro con el más alto de los respetos. Si lo desean, con gusto les envío algunos en formato MP3. Sus opiniones resultarìan para mì de excepcional valor.
Saludos cordiales a todos.
José Augusto.
…soy venezolana y conozco la singular y hermosa poesia del chino, podria agregar que….el chino es uno de los grandes poetas que ha parido el continente americano, es una fusion entre lo revolucionario y lo sutil, osea es, simplemente extraordinario!!!
Buenas compañeros y compañeras, soy un admirador de la poesía en todos sus aspectos y mas si esta hecha para trasformar y no solo para volar que ya es bastante. Tengo una duda sobre el gran Chino, ya que he conocido un colectivo de Caracas que se llama Victor Valera Mora el cual se declara ideológico-políticamente como Estalinistas. Quisiera saber si han podido constentar de que el Chino se declaraba Estalinista o marxista, o si no se declaraba como nada al fin y al cabo. El poemario de los 70 poemas estalinistas ni son 70 y menos estalinistas, son poemas de amor y de la vida en general. Me gustaria que me ayudaran a dispar esta duda en la medida de lo posible
No había leído tu nota acerca de este libro del Chino Valera. Es muy fresca, una crónica muy humana de tu acercamiento a la poesía y particularmente a la poesía venezolana. No me sorprende, tratándose de una persona con tu sensibilidad. Un abrazo y el mejor saludo de Gabriel Jimenez Eman
Grcias por esa frsca crónica acerca de tu encuentro con la poesía del Chino. No me srprende, venida de una persona de tu sensibilidad. Un saludo y mi amistad,
Gabriel Jiménez Emán
Por una u otra razón, tampoco tuve libros de Víctor Valera Mora. Pablo Díaz me dio el primero, es decir, me lo prestó. Todavía camino por el mundo con el Chino de Pablo abrazado a mi pecho, y cuando lo presto no dejo que se aleje mas de dos pasos, porque es de Pablo y algún día se lo devolveré. Por ahora sólo espero que lea estas líneas y que sepa que ésta fue una de las tantas cosas importantes que hizo por mí. Todas están en mi corazón, como la poesía del Chino Valera Mora.
Gracias por el espacio, Jorge.
…he amado siempre al chino,es que su poesia es guerrera, en el buen sentido de la palabra,amo esa pasiòn con que escribe y describe sobre todo los sentimientos por la politica y la cotidianidad como tal ,soy venezolana y crecì con sus libros! gracias por publicar sus poemas !
No basta comentario
Para descubrir corazon errado
Opiniones que agradecen
Opiniones que agreden
Todos con su muerte
Y lisonjas a estalingrado.
Hola , me gustaría saber si esa antología tiene el poema completo maserati 3 litros .Agradezco su atención.