Es conocida la frase de Einstein: «Dios no juega a los dados», que mucha gente cita para sustentar una relación edénica entre la religión y la ciencia. La referencia de Einstein a los dados y a la teología cobra un sentido diametralmente opuesto al que se suele aceptar, al leer la carta que le envió a su amigo, el matemático y físico Max Born, el 7 de noviembre de 1944:
Usted cree en un Dios que juega a los dados, y yo, en la ley y el orden absolutos en un mundo que existe objetivamente, y el cual, de forma insensatamente especulativa, estoy tratando de comprender (…). Ni siquiera el gran éxito inicial de la teoría cuántica me hace creer en un juego de dados fundamental, aunque soy consciente de que sus jóvenes colegas interpretan esto como un síÂntoma de debilidad.
Un error de traducción o una interpretación acomodaticia. Algunas fuentes citan la frase de Einstein así: «The good God doesn’t throw dices». El buen Dios. Otras fuentes dicen: «The dear God», el Dios querido. Careciendo del contexto ambas expresiones son ambiguas, pues podrían significar adoración divina o un sarcasmo puro y duro. En todo caso, hasta nosotros sólo ha llegado la traducción de una traducción. En este trabajo sobre el tema se cita lo que supuestamente sería la versión original en alemán: «…ob der liebe Gott wuerfelt». Quién sabe. El mismo Einstein declaró hacia el final de su vida:
La ciencia ha fallado en desmitificar la existencia; al contrario, ha mitificado aun más algunas cosas.
Pero como hoy es viernes no nos preocuparemos por esas cosas. ¿Quién quiere jugar a los dados?
y si, en eso se equivocó Einstein. La naturaleza si es «no determinística» como lo demostraron un montón de estudios posteriores.
¿Ya sabrá jugar Dios a los dados? Somos muy dados ¡! a dibujar dioses a nuestro criterio.
El genial Einstein estaba muy interesado en conocer los entresijos de los esquemas cósmicos trazados por Dios. Ya mencionó que le hubiera gustado llegar a esa meta, no obstante…
La grandiosa realidad universal nos resulta inabarcable. Para intentar entenderla trazamos mil bosquejos y esquemas, científicos y filosóficos. Queremos poner una forma concreta al todo inconmensurable.
Los grandes científicos -Einstein- lo hicieron muy bien hasta sus limitaciones. Se cita un elogio de Ortega y Gasset a Einstein: «¡Acabará usted haciendo de la física una geometría!». Capaz de conseguir el esquema definitivo.
Como no llego ni a entender bien los esquemas, sugiero que naveguemos ilusionados, son muchos los chispazos científicos, poéticos o simplemente vitalistas, que no van transmitiendo algunos gramos de felicidad.
A partir de ahí, soñaremos que hemos encontrado la cuadratura del dado.
Saludos cordiales.
Einstein al hablar de «dios» no se refería a un dios personal y preocupado por su creación, sino como él mismo lo dijo al dios de Spinoza, que se manifiesta en el orden del universo. En pocas palabras, Einstein fue panteísta.
Es muy probable que a Einstein le importase un pepino cualquiera de los dioses actuales. Es bastante sabido que era muy distraído y que el tema de la ciencia le ocupaba la mayoría de su tiempo. Pero como sí se dió su tiempo para filosofar un poco, podemos pensar que pensó en dioses, pero puede que no muy en serio.
😀
Einstein se refiere a las probabilidades. Como todos sabemos la teoria cuntica mejor conocida como fisica cunatica no intenta explicar como son las cosas mas chiquitas que existen en el universo. Einstein dijo» No creo que dios necesite jugar a los dados para saber donde esta un electron». Como nos dice la teoria cuantica nadie sabe donde esta un electron pero Einstein no cree en la teoria cuntica y pone a Dios como ejemplo que tal vez nosotros no podamos saber donde esta un electron pero tal vez Dios lo sepa . En conclusion Einsten creia que todo podia ser demostrado y que nada era a la azar. En otros terminos» No creo que Dios haya tenido que usar las probabilidades para saber donde esta un electron». En este caso los dados son las probabilidades.