Lo que nos faltaba: un idioma específico para el fútbol. El socceranto ha sido compuesto con palabras del argot futbolístico provenientes de los idiomas portugués, español, italiano, francés, alemán y el ubicuo inglés, y por supuesto su nombre es una mezcla de soccer (la palabra anglosajona para fútbol) y esperanto.
Eso sí, pese a abrevar de tantas lenguas, toma sus reglas del inglés. De hecho, sus propulsores lo llaman «un dialecto del inglés». Algunas de sus palabras provienen de nombres de jugadores: un pelé es una chilena (para los no entendidos, vean esta imagen autografiada por el propio rey Pelé haciendo su jugada maestra), un maradona es un tipo que mete un gol con la mano y un rono (por Ronaldinho, Ronaldo, etc.) es un futbolista que juega tan bien que parece brasileño.
Según los autores de este libro (cuesta $12,99 pero la versión digital en PDF es gratuita), el socceranto tiene la intención de resolver un problema de comunicación a jugadores y personal técnico de eventos internacionales como el que transcurre en estos momentos, así como a todo ese montón de gente que, como yo, no se puede costear el viaje a Alemania para verlo en vivo.
¿Tendrá futuro la cosa? La verdad después de bajar el libro y darle una ojeada, no me queda claro si es una iniciativa legítima o el invento de alguien para sacarle unos dólares a los fanáticos que decidan adquirir la versión impresa…
Por favor, que no lo aprendan los narradores deportivos venezolanos. Ya dicen bastantes barbaridades incomprensibles (en especial los que transmiten el partido por radio)