Hoy despertamos con la mala noticia de que José Antonio Delgado, uno de los miembros del grupo de escaladores Proyecto Cumbre, fue hallado muerto a 7.100 metros de altura, en el monte paquistaní Nanga Parbat, de 8.126 metros en total.
De las catorce cumbres de más de 8.000 metros que hay en el mundo, Delgado había escalado cinco, entre ellas el Everest. Un hombre “amante de la paz y la libertad”, como lo recordó Frida Ayala, su esposa, cuando recibió la noticia.
La rueda de prensa que realizó el Proyecto Cumbre hasta hace unos minutos fue estremecedora. Hace poco más de una semana, tras arribar a la cumbre del Nanga Parbat, Delgado quedó atrapado en una tormenta de la que, como ahora sabemos, no pudo salvarse. En los últimos días tuvo que dormir a la intemperie y la última vez que se comunicó con los otros miembros del grupo informó que estaba muy mal y pidió se le despidiera de su esposa y de sus seres queridos.
Un hombre que da la vida por lo que cree es un héroe. En estos días convulsos como pocos, dejemos que la odisea de Delgado se transfigure en constructiva inspiración.
Estoy de acuerdo y apoyo casi en su totalidad tu post, Jorge. Delgado, porque fue un ejemplo de valor y perseverancia, ha de quedarse para siempre en la memoria del venezolano. Y aunque en el caso de Delgado aplica con todos los meritos, no pienso que cada vez que alguien «da la vida por lo que cree es un héroe». Existen numerosas y notables excepciones, pero no pienso entristecer mas esta nota con ejemplos. Saludos, y eterno descanso para el Alpinista.
Jorge: Estoy totalmente de acuerdo contigo. Tengo la sospecha de que si bien hemos perdido un hombre hemos ganado un héroe, en un momento en el que que el país parece haberse desmandado en una sobreproducción de villanos mediocres.
Yo también escribí un post sobre Delgado.
Me he estado dando un paseo por tu blog, la verdad es que tiene de todo un poco así que me llevo el saco lleno de materiales surtidos.
Saludos.