Escribir a diario es el estado ideal para un escritor. Sobre este tema acaba de publicarse esta encuesta de Ficción Breve que Héctor lleva varias semanas procesando, a partir de tres preguntas que envió a un puñado de escritores del patio:
- ¿Escribes a diario, aunque sólo se trate de sesiones de pulir y corregir textos?
- ¿Por qué sí o por qué no?
- En caso afirmativo, ¿cuánto tiempo al día dedicas a la escritura?
El trabajo recoge las opiniones de Susana Sussmann, Olivia Villoria, Enza García Arreaza, Jesús Nieves Montero, Fedosy Santaella, Pedro E. Rodríguez, Roberto Martínez Bachrich, Leopoldo Tablante, Luis Medina, Rodrigo Blanco Calderón, Jorge Gustavo Portella, Orlando Verde y Carolina Lozada. Además del que obviamente y por razones educacionales se nombra de último.
Las exigencias de la vida cotidiana, tan llena de responsabilidades que sólo siendo muy romántico podría uno dejar de lado, ponen difícil satisfacer el sagrado propósito de no dejar pasar un solo día sin escribir una línea; sin embargo, las opiniones se dividen en dos grupos exactamente iguales. Del lado de los que no pueden escribir a diario, Leopoldo es endiabladamente optimista al considerar que se trata de “una contingencia que debería superar en algunos meses”. Fedosy dice que sí escribe a diario, con las nalgas bien puestas sobre la silla. Olivia y Enza también, y creo que son las más felices pues no oponen el problema de las actividades cotidianas. Orlando Verde dice que aprovecha hasta las ideas que se le ocurren escribiendo e-mails, algo que Pedro extiende un poco al decir que piensa continuamente en clave de letras.
Acompañaré a Leopoldo en su optimismo. Hubo una época gloriosa, que añoro, en la que escribía a diario. Era el tipo con una agenda que podía sacarse un cuento de la manga cada dos por tres. Pero pasa el tiempo y uno se va volviendo más exigente con uno mismo, un detalle que también mencionan algunos en la encuesta. Pero algún día, algún día.
(Por cierto… Héctor se queda callado y asume discretamente su papel de entrevistador, pero también sería interesante conocer sus hábitos).
Algún día, algún día…
Y gracias por la oportunidad de comentarlo. Y ahora, hablando en serio, anoto cuando puedo y cuando se me ocurren, situaciones de personajes de un proyecto que tengo entre manos. Cuando tenga suficiente material como para estructurar todas esas notas, aspiro obligarme a escribir a diario. Saludos.