Debo confesar, con todo respeto, que por más que le doy la vuelta a la cosa no consigo las razones por las cuales se ha generado una respuesta tan airada en contra del famoso artículo de Carla Candia Casado sobre los blogs venezolanos. Cometí un acto de, digamos, impureza informativa, al leer primero algunos de los innumerables posts que le han dado la vuelta a la criollosfera, y luego el artículo de marras. Pero lo cierto es que al terminar de leerlo mi impresión fue: ajá, ¿y entonces?
El artículo describe someramente —todo lo someramente que se puede esperar del medio en el cual apareció publicado— los aspectos básicos relacionados con los blogs. Menciona a algunos blogueros, echa algunos cuentos y hasta explica en plan “un-dos-tres” cómo crear un blog, aunque por supuesto sin profundizar más allá de lo que permite el recuadro que le dedicaron a ese punto. Hasta da las direcciones de los directorios Veneblogs y To2Blogs.
Supongo que el tenor de la reacción tiene mucho que ver con las expectativas que el reportaje había levantado en el medio. Era un reportaje anunciado con antelación y parece que más de uno esperaba una tesis doctoral sobre el blog, medio novedoso y escurridizo por demás. Si bien es cierto que estructuralmente el artículo tiene severos problemas con la organización de su información, es ni más ni menos un artículo de Todo en Domingo. ¿Qué se esperaba? ¿Un análisis semiótico del fenómeno blogueril? ¿Es que no han leído el resto de la revista? Consejos para escoger telas de tapicería, criollos en el cotilleo ibérico, sepa si dormir cerca del celular es bueno para su salud…
Huelo también mucha declaración politically correct sobre lo que debió ser, y lo que no, el artículo. Mucha gente se ha ofendido por la gran medida en que Casado se enfocó en la parte lúdica y boba de todo esto. Hombre, si queremos lucir tan serios no hagamos concursos de belleza ni blogstocks. Aunque en ese caso nos aburriremos un mundo… y tampoco habrá artículos sobre la criollosfera en Todo en Domingo, pues es absurdo esperar que una revista dominical le dedique ese montón de páginas a hablar de ciberactivismo o de campañas de recolección de fondos.
Como toda comunidad blogueril, la venezolana tiene todos los colores que caben en la extensa gama de la creación humana. Un observador considerará bobo un blog sobre pintura de uñas mientras que otro encontrará allí algo que ha buscado por años. Y de otro lado, hay mucho lector que no tiene el menor interés en ciberactivismo. Cada quien está en su derecho de escoger los lentes con los que verá la realidad.
Al contrario de lo que ha expresado mucha gente, creo que es preciso apartar este asunto de la esfera meramente personal (“allí dice que los blogueros nos la pasamos de parranda y yo no soy así”) y ubicarlo en el contexto que le corresponde: una revista dominical que no educa, informa a medias y entretiene a manos llenas, y que necesariamente le dará preferencia a lo más superficial que encuentre en los temas que trata. No seamos ingenuos… No importa que los entrevistados se hayan referido a lo sensibles e inteligentes que somos los blogueros venezolanos, pues una revista como Todo en Domingo siempre terminará hablando de enamoramientos y escándalos.
(Nota al margen para LuisCarlos: aplausos a tu minuciosa nota sobre este tema, así como a tu wikinvento).
Más allá de cualquier trato que muchos le han dado al artículo en cuestión, aparecido en la revista Todo en Domingo, éste es el segundo post (aparte del de LuisCarlos), en el cual no observo un drama telenovelesco ni llantos desgarradores y menos aún gritos histéricos pidiendo la cabeza de la Srta. Candia.
Demás está decir que ha sido un grato placer leer esta nota y de paso permitirme opinar al respecto.
Escribí en el blog de Khabi un comentario ya que mi apreciada gordita estaba bastante ofuscada. Se sentía confundida además de «encerrada».
Si tan malo fue el artículo, si tan poca profundidad le dio la reportera a un tema como lo es la blogósfera venezolana, pienso que tomar una actitud por demás superficial como la que se ha tomado por muchísimos blogueros (y esa es mi opinión personal), es casi una copia de lo que critican (superficialidad, falta de respeto, etc.)
Otro post que creo importante mencionar es el que escribió Kira en sus K-minos.
En fin Jorge repito lo que dije al principio, ha sido un grato placer leerte.
Seguiré pasando por aquí.
Aplaudo su brevedad para decir lo que a mí me llevó 4 cuartillas. ¿Cuándo es su próximo curso de escritura?
Ya que ahora hay que acabar con los periodistas prefiero poner como salvoconducto el certificado de bloguero, que por argumentos de los puristas nos unge de sacrosanta pureza.
no he leido la nota que genera la polémica, pero sí creo que el fenomeno
«literatura de blog» merece que comencemos a pensarnos en serio una suerte de estética del blog, un trabajo para hacer despacio y entre todos.
Un saludo
Es una lástima que Mujica esté muerto y que Pascuali, quizá a estas alturas de la vida, no le interese mucho el fenómeno blog como Santo Oficio.
La la blogosphere como ente encierra como los humanos una característica viva y diabólica que ningún estudioso se ha dado cuenta de ella.
Y fue justamente lo que pasó.
El mismo fenómeno lo vi con los blogs de Francia en noviembre, los blogs de Italia durante los sangrietos motines de una reunión de globalización y en El País de España, cuando su revista dominical confundió astronomía con astrología.
Nuestra Santa Inquisición electrónica, en una versión criolla, por supuesto, necesitaba urgentemente un Giordano Bruno y los hechos se dieron por sí solos. Alguien tiró la bola de nieve y ésta empezó a crecer sin control. Como siempre sucede en estas tierras y como sucederá en las proxímas elecciones.
Digo yo.
Sí guón, contaba por allá por casa del enigmático express que había leído una cosa como ésta: «¿Quién es esta tipa para llamarnos frívolos? Por cierto, muy lindo el nuevo look de tu blog…». Creo que fueron dos comentarios distintos, pero uno los lee seguidos y detecta enseguida el espíritu de esta rebelión bloguera.
¡POR DIOS! Sinceramente no entiendo qué esperaban. Se trata de Todo en Domingo, una revista que hace todo lo posible por vender la banalidad como una virtud. Según ese estándar, esta fue una nota bastante pasable. Pero la verdad es que el escándalo que han armado los blogueros básicamente habla muy mal de ellos mismos. Y lo digo por dos motivos.
Primero, ¿qué hacían tratando de verse reflejados en las páginas de Todo en Domingo? Sé que el lío político ha acabado con la seriedad de todos nuestros medios de comunicación (chavistas u opositores), pero si en algún lado esperamos ver un tema tratado con madurez periodística, no es precisamente en esa revista. El simple hecho de que hayan salido a comprarla con avidez ese fin de semana, es una muestra de lo poco serios que son.
Segundo, la mayoría de las críticas demuestran un profundo desconocimiento de lo que son los medios de comunicación: maquinarias industriales que –para hacerse rentables– deben reducir la muy compleja realidad a absurdas pastillitas light envueltas en luces y musiquita. El periodismo consiste en hacer abstracciones a partir de una ojeada al mundo. Esta ojeada sobre los blogueros no estuvo tan mala como muchas que leemos sobre otros temas. La única diferencia es que como ustedes conocen esta historia por dentro, esta vez sí le vieron las costuras al traje.
¿No les gustó el retrato que salió en Todo en Domingo? Pregúntense por qué la periodista –que seguro antes de salir a investigar sobre este tema no tenía nada en contra de los blogueros, y quizás mucho a favor– encontró una realidad tan vacía y banal entre sus entrevistados. Y mientras piensan sobre eso, pregúntense cuántas fuentes tendría que consultar esta señora antes de conseguir a alguien que tuviera algo realmente valioso que decir. Lamentablemente, y esto ustedes lo saben, los blogs de calidad no son –ni remotamente—mayoría en la red.
Último punto. En el mundo de los blogs, la individualidad y la originalidad son dos valores altamente preciados. Sin embargo, me ha dado mucha risa ver que la mayoría de las reacciones de los blogueros venezolanos ante este caso, no son sino torpes calcos de las controversias que surgieron en los 90 cuando los medios de comunicación masivos de Estados Unidos, Inglaterra o Alemania comenzaron a publicar sus primeros reportajes sobre el entonces “nuevo” fenómeno de los blogs. En fin, a veces todos somos más humanos de lo que nos conviene.
Excelente post como siempre, Jorge. En efecto, mucha gente como que esperaba de más del artículo, pero bueno, todos tenemos una opinión. Que no se preocupen todos los blogueros, mi compañero y yo estamos haciendo nuestra tesis sobre los blogs. Un abrazo.
Ese es el tipo de revista que leo cuando estoy cagando los domingos. Algo ligero que no ocupe muchas neuronas de mi cerebro, que está mas ocupado en las contracciones de mi esfínter.