Tal parece que el asunto de los plagios es una especie de epidemia. Por un lado exoneran a Dan Brown y por otro acusan a Federico Andahazi. Su novela El conquistador, ganadora del premio Planeta y recién publicada por este sello editorial, ha sido señalada como un plagio de la obra teatral Los indios estaban cabreros, escrita por el dramaturgo argentino Agustín Cuzzani y estrenada en 1958 con Héctor Alterio y Juan Carlos Puppo como protagonistas. La denuncia fue presentada hace unos días en un juzgado de Buenos Aires por el hijo de Cuzzani.
Tanto El conquistador como Los indios estaban cabreros narran la historia de un líder del imperio azteca que hace el viaje de Colón a la inversa y antes de 1492. Algo así como el Welcome Colón de Virulo, aunque quizás no tan divertido. No creo que la cosa pase a mayores, si los diecinueve puntos similares que Cuzzani hijo halló en la novela de Andahazi respecto a la obra de su padre son como estos:
Cuzzani Sr: Estamos en la plaza del Mercado de una pequeña aldea de pescadores a orillas del Mar Atlántico, en las costas mexicanas del Imperio Azteca.
Andahazi: La plaza del mercado, rodeada de canales, se iba poblando a medida que llegaban las barcazas cargadas. Era aquél el corazón del Imperio Mexica.
Yo creo que acaso lo más sospechoso es que está involucrada Planeta, editorial que tiene su buen rosario de historias en este rubro. Andahazi se ha mostrado sorprendido por la denuncia, que está fundamentada en un informe encomendado por Cuzzani a una doctora en letras. Ha dicho que él ni conocía la obra teatral y que sospecha de la existencia de un “interés oscuro” en el asunto. Piensa que, en literatura, el límite de la libertad es el plagio. Y, claro, ya su abogado empezó a preparar una demanda contra Cuzzani.
De Andahazi he leído El anatomista, la obra que lo convirtió en la estrella del personal. Buena parte de la novela me recordó el aroma cientificista de El perfume, de Patrick Süskind …salvando las distancias, por supuesto. Pero hacia la mitad, cuando arranca el juicio al protagonista, parece que Andahazi se aburrió y empezó a escribir a paso redoblado.
En aquel momento el escritor también fue noticia: El anatomista ganó el premio Fortabat, pero la fundación homónima, auspiciante del galardón, se horrorizó cuando se percató de que estaba premiando a un libro sobre esa vulgaridad que algunos malhablados llaman clítoris.
Pues debe ser la maldición del clítoris, ese badajo de música gloriosísima que resuena en muslos ajenos y entrepiernas que hacemos nuestras, merced al deseo delirante.
Siempre me resultó explosiva esa mezcla de temática orgánica en escenarios históricos.
Siempre, además, he preferido la histeria (sic) conjugada en tiempo presente al pretérito. Aunque la historia ciertamente fluye diluída por la ficción todopoderosa.
¿Qué demonios es lo que no logra la ficción, Jorge?
Abrazo sin plagio(s), JML.
Yo digo que sólo plagia el que no tiene con qué. Pobre ¿no? porque hasta el que no tiene, tiene, dónde hecharse a dormir.
También le conseguí cierto parecido a «El anatomista» y «El Perfume», la construcción de ambos relatos es similar, pero no se puede negar que el Federico tiene voz propia. Pero bueno, uno nunca sabe…
Por cierto, felicitaciones por la mención de «El Rastro» entre las mejores cien de los últimos veinticinco, ciertamente que no la calificaría por encima de varias luminarias que salen más abajo (como la de Uslar), pero te confieso que cuando la leí me gustó mucho.
Un gran saludo.
Los invito a leer http://plagiodemariaelenawalsh.blogspot.com . Después de enviarle una tarjeta que comienza con «QUERIDA SARA», María Elena Walsh plagió «El torturado» de «Diario de vida», libro que le regaló su autora, la docente Lic. Sara Zapata valeije,para convertirlo en «La pena de muerte». Firmado y confirmado: María Alicia García Facino, profesoragarciafacino@yahoo.com.ar hija de la Lic. Sara Zapata Valeije (2do. puesto del Premio Clarín Alfaguara/ Premio Clarín de Novela 2005) sarazapatavaleije@yahoo.com.ar
plagiada por María Elena Walsh mewalsh@sadaic.org.ar
Querido jorge,
Recién hoy he visto tu blog y quedé encantada.
Concuerdo contigo con El anatomista «Pero hacia la mitad, cuando arranca el juicio al protagonista, parece que Andahazi se aburrió y empezó a escribir a paso redoblado». ¿No has notado que lo mismo ocurre en el supuesto plagio «El conquitador»? luego de narrar con profusión de detalles la estadía en españa, el viaje hacia el Levante se vuelve una carrera alocada y el libro se precipita hacia el final, perfecto, pero abrupto.
Estimado Jorge, creo que esté es un lugar muy interesante para hablar sinceramente.
Digo esto porque buscando las causas de lo que aquí pones sobre el tapete, solo encuentro el lucro o la fama. Hoy en día, tendría que ser las dos cosas porque van de la mano. A lo largo de todos los siglos debe de haber evolucionado esto, máxime si el dinero va con mayor velocidad. Concretamente, creo yo que si se trata de una obra de investigación lo lógico es citar el párrafo, la idea, la intención, aunque se la diga literalmente de otra forma. No hacerlo traerá muchas complicaciones puesto que en este campo las cosas son muy claras: allí no funcionaría, en absoluto.
En la novelística, la cosa parece que es por trabajar. Y digo yo, si se puede intentar robar la idea, que ya es mucho, ¿por qué no se permite usar «la libertad» en la lengua? Por eso, creo que no es más prueba la copia exacta de un texto que la copia de la idea, la que mediante una lengua determinada se la expresa en forma escrita, hablada, etc.
Por eso, dada como están las cosas mi opinión es que lo que debe de primar es la idea y la forma como se diga, y en ese orden. (Y en estos momentos estoy pensando en el actual famoso escritor que no solo se robaba la idea, sino la forma, y para colmo lo niega discupándose con la secretaria, la computadora digo yo)
Muchas gracias.
Para comenzar, el clítoris es realmente delicioso. Acabo de terminar «El anatomista» y ahora con todo este «nuevo escándalo» me han dado unas tremendas ganas de abrir mi billetera para comprar «El conquistador»; así como luego del chongo de la fundación Fortabat, todos compraron «El anatomista» y los de Planeta, ni cortos ni perezosos para ofrecerle la publicación de su obra, así vaya en contra de sus «estatutos sagrados». Con la plata baila el mono.
Ya dijeron que los críticos son frustrados en aquello que critican. Pero creo que exagera un poco, mi señor.
Primero que nada, en cuanto al tema de «El Conquistador», creo que existe algo llamado «Inconciente Colectivo» y aquellos que tengan más de dos dedos de frente, una imaginación increíble y hayan visto algo de la historia de la Conquista de las «Indias», se deben haber preguntado «¿Y que hubiera pasado si hubiese sido alrevés?» o «¿Qué hubieses sucedido si los españoles nunca hubieran pisado este suelo?». Creo que el ejercicio de imaginar estas situaciones es divertido. Esas dos mismas preguntas me hice yo, que solo soy una criatura de 20 años y creo que Andahazi, por lo menos se hizo la primera, como lo hizo este otro hombre, Cuzzani.
Otra cosa. En todos los artículos que vi sobre el tema, solo leí el mismo párrafo de comparación… ¿Y las otra 18 similitudes? Aparte, es lógico que, si uno investiga un poco, los mercados incas estaban junto al puerto y por lo tanto, ese lugar de gran tránsito económico era el corazón de la civilización… Es más que lógico para empezar una historia o para señalar el lugar como algo de importancia… ¿no cree? Me parece que señalar algo así es algo estúpido, discúlpeme la expresión. Además… Son 18 coincidencias de todo un libro de ¿cuantas? ¿200 páginas?
Otra cosa… Cuanto tiempo pasó sin que el hijo renovara la licencia?? Cuanto tiempo estuvo perdido el libro? Quien cuernos lo conoce?? Vamos…
Piensi que Andahazi es muy buen escritor, y le hecho de que recuerde una obra no tiene por qué estar cercano al plagio, en cunato al argumento de al doctora que acusa de plagiador a l escritor argentino, no veo similitudes que se acrecquen al plaguio, sobre todo, en ese párrafo que se acerca al lugar común.
SOBRESEYERON A FEDERICO ANDAHAZI EN CAUSA
BUENOS AIRES, jun 19 (DyN)
El escritor Federico Andahazi fue sobreseido por la Justicia penal porteña en una causa por presunto «plagio», que le entabló el hijo de fallecido dramaturgo Agustín Cuzzani.
Así lo informaron a DyN fuentes judiciales, que precisaron que la medida fue dictada por el juez de instrucción Julio López, y ya fue notificada a las partes. P-8465
DYN 12:37 06-20-08
Por su libro «El conquistador»
Sobreseen a Andahazi en causa por supuesto plagio
El escritor Federico Andahazi fue sobreseído por la Justicia penal en una causa en la que se lo acusaba de haber cometido un supuesto plagio en su libro «El conquistador», informaron hoy fuentes judiciales.
El juez de instrucción Julio López decidió absolver al autor de «El anatomista» tras los peritajes realizados por expertos.
Andahazi, de 45 años, fue demandado por el hijo del fallecido dramaturgo Agustín Cuzzani, por considerar que la novela «El conquistador» había plagiado la obra de teatro de su padre «Los indios estaban cabreros».
Ambas obras sostienen que los indígenas que habitaban lo que hoy es México llegaron a Europa antes de 1492, año del descubrimiento de América.
Los expertos consideraron sin embargo que no había habido plagio por parte de Andahazi.
El escritor alcanzó fama internacional con la novela «El anatomista», que protagonizó un escándalo al ganar el premio de la Fundación Amalia Lacroze de Fortabat.
La ceremonia de entrega del galardón fue sin embargo suspendida por considerar la entidad que «la obra premiada no contribuye a exaltar los valores más elevados del espíritu humano», al parecer por la disconformidad de la empresaria, cuyo nombre lleva la fundación, con el contenido erótico de la novela, que ya fue traducida a más de 30 idiomas y vendió millones de ejemplares.
Andahazi también publicó «Las piadosas», «La ciudad de los herejes» y recientemente el ensayo «Pecar como Dios manda, historia sexual de los argentinos», entre otras obras.
LA PRÓXIMA NOVELA DE ANDAHAZI
En declaraciones recientes, el escritor Federico Andahazi anticipó a la prensa el argumento de su nueva novela, que aún no tiene título.
El libro contará la historia de un abogado corrupto y fracasado que, ya en el otoño de su vida, decide vivir de la obra literaria de su padre muerto y olvidado. Su esposa, una abogada voluptuosa, una ninfómana adicta al sexo anal, mantiene sexo con magistrados, a quienes luego extorsiona a cambio de sentencias. El protagonista, enloquecido por una mezcla de paranoia, imbecilidad y afán de lucro, creerá que las obras más encumbradas de la literatura mundial están copiadas de las de su padre. Así, iniciará demandas descabelladas a los herederos de Borges, de Joyce, enjuiciará a Martin Amis e iniciará una delirante acción judicial al estado español por considerar que El Quijote es un plagio retrospectivo, ya que, sostendrá, Cervantes viajó en el tiempo para plagiar a su padre. Internado en un hospital neuropsiquiátrico, el abogado dirá que su propia vida está escrita por un dramaturgo que lo condenó a la reclusión.
El escritor, abocado a este proyecto, prepara, paralelamente, el próximo volumen de la Historia sexual de los argentinos. Los lectores esperan ansiosos la aparición de la prometedora novela del polémico Federico Andahazi.
TRADICIÓN MEXICANA SEGÚN LA CUAL LOS AZTECAS DESCUBREN AMERICA ANTES QUE COLON
Existe una vieja tradición oral mexicana, según la cual los aztecas habrían llegado a Europa antes que los españoles. Numerosos libros dan cuenta de estas narraciones y, de hecho, en el fantástico mural de Diego Rivera en el Palacio Nacional de México, hay una representación de esta escena. En ella se ve una embarcación mexica navegando hacia el Este y, en el fondo, se ve el sol con el rostro invertido como testimonio de «la historia puesta de revés». La literatura es, siempre, la reescritura de algún relato. Las numerosas historias de ciencia-ficción sobre viajes a otras galaxias, invasiones de marcianos a la Tierra o, al revés, de seres humanos colonizando otros planetas, son incontables y de ninguna manera podría hablarse de una sucesión de plagios. Por otra parte, una novela no es el desarrollo de una idea: es una construcción lingüística, un sistema sintáctico y un conjunto semántico, dónde no existe un «contenido» y una «forma», ya que contenido y forma se construyen en el acto de la escritura.¿ Acaso deberíamos pensar que todas las canciones que hablan de despecho o de traición o de amor están plagiadas unas de otras ?
Andahazi ha publicado su página personal en http://www.andahazi.com
Este tipo, el sr. Andahazi, ¿sabrá algo acerca de los Reyes Católicos? ¿Conocerá por un casual la política legislativa que dictó Isabel la Católica de protección a los indios del recién descubierto continente americano? ¿Habrá el sr. Andahazi, no digo ya leído, siquiera oído hablar, de las Leyes Nuevas que esta insigne mujer castellana (en las antípodas de Froid y de esa nueva esclavitud proviniente de una sexualidad obsesiva, no reproductiva) promulgara en el año del Señor de 1542, leyes precursoras de los derechos humanos y del derecho internacional? El cuento ese de que aquí, en Europa, y en concreto en España, éramos unos bárbaros sedientos de la sangre de los herejes, es mentira. No obstante, reconozco con pena la credulidad de muchos, credulidad de la que obtienen pingües beneficios escritores como el sr. Andahazi y Dan Brown, entre muchos otros. Es un retruécano, un triple tirabuzón con mortal, sacarse de la manga una rama pacífica en los aztecas, echarse con ella a la mar océana y, caminito de Oriente, llegar, descubrir y pacificar (¿evangelizar?) Europa. Y van y encima lo premian por escribir esto. Desde que el Universo es lo que es, el sol se levanta por Oriente y se hunde por Occidente. La libertad, la sabiduría y el progreso, igual que el sol: se proclaman en Oriente y se derraman por Occidente. Mal asunto, ir contra las leyes del universo.
YO VIAJÉ A MÉXICO (SOY VENEZOLANO) EN EL 2000 Y POR CASUALIDAD COMPRÉ UN EJEMPLAR DE «PALABRAS DE OPOTON EL VIEJO» EN SU TRADUCCIÓN DEL CATALÁN AL CASTELLANO Y LO LEÍ MARAVILLADO, PORQUE ES UNA MAGNÍFICA NOVELA PUBLICADA EN 1968, LLENA DE IMAGINACIÓN Y REFLEXIÓN SOBRE LA CONDICIÓN HUMANA, QUE CUENTA COMO UN GRUPO DE AZTECAS VIAJA A EUROPA ANTES QUE COLÓN LLEGARA CON LOS ESPAÑOLES A AMÉRICA. AÑOS DESPUÉS LEÍ UN LIBRO CASI CON EL MISMO TEMA, TITULADO «EL CONQUISTADOR», DE UN ESCRITOR ARGENTINO FAMOSO, CREO QUE SE LLAMA FEDERICO ANDAZI. LES RECOMIENDO QUE LEAN «PALABRAS DE OPOTON EL VIEJO» Y TAMBIÉN «EL CONQUISTADOR», LA NOVELA DEL ARGENTINO, Y SE ASOMBRARÁN DE LAS COINCIDENCIAS. A MÍ ME GUSTÓ MÁS LA PRIMERA, LA GRAN NOVELA DE AVEL LÍ ARTÍS-GENER, EL REPUBLICANO CATALÁN QUE VIVIÓ EXILIADO 25 AÑOS EN MÉXICO Y SE ACERCÓ CON MENTE ABIERTA A LAS CULTURAS PRECOLOMBINAS, LO QUE LE PERMITIÓ ESCRIBIR SU NOVELA. QUIZÁ EL ESCRITOR ARGENTINO TAMBIÉN LEYÓ LA NOVELA DEL EXCELENTE ESCRITOR CATALÁN EN SUS VIAJES A MÉXICO
Por favor, Andahazi es un indefendible. Ni siquiera cabe la posibilidad de tomarlo en serio, sobre todo después de haber padecido su perfil mediático. La obra de Cuzzani es una exquisitez, sobre todo porque al estar pensando en el teatro (lo cual ya de por sí significa todo un acto de entrega) el autor se despojó completamente de narcisismo para llevarla a cabo. De hecho, tuvo una idea genial y la elevó al grado de parodia para disfrute y beneficio de actores y director. Me cabe totalmente la escena de Andahazi leyéndola y pensando que con ese tema bien podría escribir su «gran novela latinoamericana», pero las imitaciones en general no tienen futuro. Vienen con la etiqueta mal cocida.