Lo gracioso fue que durante todo ese año en que me estuve preparando la entrevista con él, cuando hablaba con otras personas, con Menescal, con Ronaldo [Bôscoli], siempre me preguntaban «¿ya has hablado con João Gilberto?», «No, todavía me estoy preparando», y ellos me respondían, «ten mucho cuidado con él. Es una serpiente, hipnotiza a las personas hasta por teléfono. Cuando menos te lo esperes te convertirá en su esclavo. Te va a despertar de madrugada para que vayas a Praça Quinze a comprarle pescado, vas a ser un esclavo de él». «Ya lo sé», les decía, «me estoy preparando», «no, no te lo imaginas. Es una serpiente», me insistían. Un año después le llamé, a las once y media de la noche, la hora en la que él se está despertando (risas). Descuelga el teléfono, «¿Alô?», «¿João? Soy Ruy Castro, no me conoces, soy periodista, estoy preparando un libro sobre música brasileña», no le hablé de que era sobre Bossa Nova porque no sabía cómo iba a reaccionar. «Me gustaría hablar sobre tu participación, que fue tan importante. Quiero hacer un libro como harían los americanos, no quiero dar mi opinión, quiero preguntarle a la gente, que me cuente cómo sucedió todo y organizarlo de manera clara para que el lector sepa realmente cómo pasó, saber cuáles fueron las personas que participaron, la importancia de los conjuntos vocales», sabía que eso le iba a gustar. Estuve hablando dos o tres minutos. Cuando por fin paré, João me responde [imitando la voz de João] «qué bieeen Ruy, va a quedar taaaaan bien, eres taaaaan inteligeeeeente, eres no-se-qué…» y cuando acabó de hablar le respondo «¿de verdaaaad Joããão?» ¡con su mismo tono de voz! porque cuando llevas hablando con él un rato, ¡acabas hablando como él! Si me hubiera dicho, «ve mañana a la Praça Quinze a las cinco de la mañana a comprarme pescado», hubiera ido sin dudarlo.
(Ruy Castro hablando de su clásico Chega de Saudade. A historia e as historias da Bossa Nova, sobre el cual existe en Internet este reportaje que es, también, un clásico).
Todo un manjar para el oído y el alma. Con la música de Brasil sucede algo muy particular: Una vez que entras a ese universo de sonidos no hay forma de volver atrás. Un abrazo.
Seguimos en clave….