Suplemento era como llamábamos aquí a las revistas de comics. Uno iba al quiosco y compraba un suplemento de Condorito o del ratón Mickey. Sí, en aquellos años la diversión no tenía ideología ni complejos antialgo.
En Paraguay acaba de arrancar la difusión, en suplementos semanales de 16 páginas, de Yo el Supremo, de Augusto Roa Bastos. La iniciativa, que ha sido de ABC Color, ya va por el número 2, y está a punto de salir el 3, pues circula los miércoles encartado gratuitamente en el diario. ABC ya publicó en años anteriores, y con la colaboración de Roa Bastos en persona, El trueno entre las hojas e Hijo de hombre, como cuenta Mirta Roa Mascheroni, la hija del novelista:
Recuerdo que en sus últimos días me decía que soñaba con que se hiciera un libro con texto en cuerpo grande y muchas ilustraciones. Este proyecto lo trabajó con el dibujante, y se hizo realidad ya con dos libros (…). Los lectores esperarán con ansias cada miércoles para encontrarse con la historia que apasionó a los lectores del mundo, pues este libro ha sido traducido a muchísimos idiomas. Imagino a los jóvenes y aún a los niños acercándose a esta obra capital, siempre vigente. Me hubiera gustado mucho ver a mi padre hojeando estos fascículos.
La adaptación e ilustración de Yo el Supremo corrió por cuenta de Carlos Meyer Saldívar, CaMeSa, un tipo que tiene su historia en estas lides pues en 1981 empezó a publicar, también en suplemento y con el mismo diario, la historia de la Guerra del Chaco, proyecto que fue interrumpido durante algún tiempo cuando el Supremo Stroessner mandó a cerrar ABC, y que el año pasado fue lanzado en reedición. Es que la historia es redonda como una naranja.
Qué buen cambio de imagen. Hace unos días no pasaba por aquí, pero no fueron tantos.
Está de estreno, Mauricio. La cambié la noche del lunes. 🙂