Escribir es una cuestión de nalgas, dice mi amigo Fernando en su recién estrenado blog El Cuaderno de Benjamín citando, dice, a Octavio Paz. Se refiere, por supuesto, a la posición por antonomasia del acto de escribir: sentado. Hay quien escribe parado o acostado (Fernando mismo recuerda a Nabokov, que solía escribir acostado), pero cuando uno se sienta generalmente está pensando en comer o en escribir (y en otras pocas cosas, claro).
Pero hay algo más. Es lo que siempre he llamado la frase. Lo he comentado con otros escritores y también les pasa. La frase que se forma en tu mente a cada momento, describiendo lo que percibes, lo que recuerdas, todo. Sentado, de pie, hablando con amigos o con desconocidos, comiendo, trabajando, incluso durmiendo. Todo se describe, todo se narra, es un proceso mental del que ni siquiera se suele tener conciencia hasta que la frase cobra tal intensidad que necesitas, justamente, sentarte a escribir.
Mmmmh… es posible, muy posible. Yo soy bastante «textual» en mis pensamientos, pero recuerdo perfectamente que antes no era así. Y no me costaba escribir, más bien al contrario. Que lo que escribía fuera bueno es totalmente otra cosa. :)))
Cierto, pues es que hay frases que una vez que se forman en la mente tienen el irresistible deseo de lanzarse al papel (aunque de un tiempo para acá también las pantallas se ocupan de esos menesteres).
Cuanta verdad en tu reflexión, es la realidad, y cuando terminas diciendo que la frase cobra tal intensidad, que necesitas, escribirla, como sea, donde sea.
Me ocurre en los sitios más inoportunos, en la peluquería por ejemplo hace poco, no hay un sitio menos adecuado y más inoportuno, pero mis pensamientos me tenían en otro mundo y las frases venían a mi con tal intensidad que tuve que ponerme a escribir entre el jaleo de secadores y gente…….qué cosas……
Gracias, un placer esta parada.
Un abrazo.
Amparo
Hola, un placer visitarte.Una muy buena combinación de las letras con las imagenes. Te invito muy cordialmente a mi blog: http://www.mandalaspoemas.blogspot.com
Desde Barranquilla, Colombia te envío un fuerte abrazo.
Víctor
Lo malo es cuando te viene la frase a la cabeza y no te sientas a
escribirla… Y cuando por fin te sientas a hacerlo, ya no es lo mismo, ya
no te salen las palabras, ya se te ha olvidado todo o casi todo. Por eso
son tan maravillosas las libretas de bolsillo para los escritores… Para escribir en el autobús, en la calle o en el parque…