Jacinta Escudos aprovecha una experiencia reciente como jurado del concurso de cuento y poesía «Letras Nuevas» del diario salvadoreño La Prensa Gráfica, para echar su cuento sobre las cosas que un escritor debería tomar en cuenta a la hora de proponer sus letras ante los jueces. Y empieza, claro, con la lección obvia, la que en el manual aparece de primerito, antes incluso que la regla número uno:
Un escritor no escribe para participar en un concurso: un escritor escribe porque no puede evitarlo, porque tiene una historia qué contar, porque no entiende el mundo y la realidad si no es escribiendo.
¡Tantos dolores de cabeza que se ahorraría mucha gente si empezara por aquí! ¡Tanta línea floja, tanto despropósito, tanto personaje con nombre de telenovela mayamera! Quien ha sido jurado no puede escapar a la sospecha de que buena parte de los participantes carece de esa pasión, de ese no entender el mundo si no es escribiendo, y rebosa, en cambio, de una reverenda avidez ilusoria por ser el próximo Paulo Coelho, el próximo magnate de las letras, carrera que aspiran a empezar ganando, claro, concursos literarios.
Jacinta prosigue con una serie de recomendaciones utilísimas que convierten al conjunto de tres posts (aquí el uno, el dos y el tres) en un apretado taller literario para quienes se inician en el oficio. Con todo gusto citaría todo el trabajo, al que no le sobra ni le falta nada. Pero me quedo con esto, que remarca un error clásico en esos cazarrecompensas carentes de pasión, que no han aprendido aún que en literatura lo único que importa son las letras:
Una regla básica de participación es la presentación del cuento (o poema o novela o lo que sea). Y cuando hablo de presentación no me refiero a la presentación visual del texto: muchos de los cuentos venían con dibujos, marcos, líneas, dibujos hechos a mano o impresos en colores pastel, portadas fotocopiadas con animales o paisajes… puede que resulte agradable visualmente (aunque no siempre, y en algunos casos, los dibujos interferían con la lectura porque estaban encaramados sobre las letras); sin embargo, todo ello no sirve para aumentar la calidad del texto, mucho menos para «influenciar» al jurado en el sentido de que «como vino con un marco de colores o traía un dibujito», se iba a premiar un cuento. Esos detalles visuales NO tienen nada que ver con el cuento a menos que, como muy raramente ocurre, sean parte del texto en sí (pienso por ejemplo en El principito de Saint-Exupéry).
Por cierto que Jacinta tuvo de colega en el jurado al veneco Carlos Sandoval, quien en noviembre hiciera un corte longitudinal a la obra de Francisco Massiani en un homenaje que le organizó Monte Ávila por los 40 años de Piedra de mar. De Carlos es el libro El cuento fantástico venezolano en el siglo XIX, una pequeña joya del ensayo por la profundidad del estudio y la fluidez del estilo.
Hola Jorge
Excelente entrada. Excelente escogencia para después de la pausa.
Un Saludo. Jabier.
Más claro no se puede ser. La improvisación, la ingenuidad y el vampirismo literario se conjuntan en todo premio y editorial. Concuerdo plenamente con lo que dice Jacinta sobre el «rechazo» o «no ganar», eso es muy bueno, y ojalá pase muchas veces, porque forma el carácter. Te obliga a sentarte de nuevo y a repensar el texto.
Hace un tiempo pusiste un post de otro escritor, no recurdo bien, se quejaba de que muchos autores critican los aparatos estatales por ejemplo, porque no dan cabida a todos; pero que al menos con esta «restricción», nos aseguramos de que solo pasan al menos los constantes, los que de verdad sienten esa «pasión».
En Latinoamérica es sistemática la aparición de editoriales independientes, privadas y demás esfuerzos editorales, para tratar de burlar el aparato social que filtra los textos, y eso está muy bien, pues cada quien tiene libertad de hacer como guste y de proponer otras vías, pero a la vez eso genera que aquí no se puede hablar de los escritores en términos «profesionales», porque todo mundo tiene su librito bajo el brazo.
Saludos.
Estimado amigo bloguero:
Tras haber revisado cuidadosamente tu blog JorgeLetralia, el staff de Blogotepeque.blogspot.com ha dedicido entregarte el premio BlogÓscar 2009, tomando en cuenta la originalidad e integridad de tus posts, la frecuencia y calidad de tus publicaciones, la facilidad de navegación de su sitio web, el nivel de influencia y aceptación popular, y el impacto positivo que tienes en la comunidad.
Felicidades!
Para poder ver y reclamar tu premio, visita la página a continuación, en la que encontrarás las instrucciones.
http://premiosblogoscar.blogspot.com/2009/02/como-reclamar-tu-premio.html
Una vez hayas aceptado este premio y lo luzcas orgulloso en tu blog, por favor déjanos un mensaje en Premiosblogoscar.blogspot.com para que te agreguemos en la lista de blogs premiados, la cual publicaremos dentro de muy poco.
Un abrazo de tu amigo bloguero,
Alex Schonenberg
Blogotepeque.blogspot.com
Excelente nota, Jorge.
Le echaré un ojo a los vínculos.
Gracias por recordarnos que los que andamos dándonos cabezazos contra el espeso muro editorial y demás, no estamos solos.
Seguiremos escribiendo.