Alan Pauls da con la clave que le falta a mucho escritor: lo que le ocurre a uno es materia prima para la literatura, pero no necesariamente es literatura. Contar la cosa tal como ocurrió no siempre da los mejores resultados, y por lo general no es una actitud muy diferente de esa que uno encuentra en cualquier conversación cotidiana cuando alguien dice: Si te contara mi vida, podrías escribir una novela. Literatura no es sólo memoria, hay que ponerle neuronas al cuento. Lo dice, obviamente de otra manera, en esta entrevista con Perú21:
…escribir no tiene nada que ver con la expresión, sino con la impresión. Me parece que no hay nada personal, en cierto sentido, en escribir. O en todo caso, cuando uno escribe, lo personal se convierte en algo impersonal, en algo común, algo compatible. Me parece que cuando uno es joven y comienza a escribir existe cierta idea, cierta superstición de que escribir es expresarse, ¿no? Es contar lo que a uno le pasó. Pero me parece que esa es una superstición romántica, anacrónica. Creo que uno se da cuenta rápidamente de que escribir es otra cosa, es más bien colocarse en un plano más bien impersonal, en el que probablemente la experiencia personal puede ser una materia prima como cualquier otra.
Pauls estuvo en Lima participando del Festival Eñe América, donde el miércoles 13 de abril, en la Biblioteca Nacional del Perú, hizo un particular «Elogio del acento», que no de la tilde. Lo cuentan en Público.es:
He querido hacer una defensa del mal uso del idioma, de la mala pronunciación y las expresiones mal dichas, ya que creo que cuando se habla con acento se establece una distancia con respecto al idioma y eso da lugar a las expresiones poéticas.
Par de temas para hacer de cada uno un festival completo.
Muy interesante, va link en mi próximo Lo mejor de la quincena, saludos!
La segunda opinión me sirve para el libro que escribiré este año. No será novela, ni cuento. Será una especie de manifiesto. Te lo compartiré cuando lo termine 🙂