Hay quienes dicen que ver el propio nombre en letras de molde no tiene precio. Se equivocan. Sí que lo tiene.
Abran paso a la pesca de arrastre. Cada vez hay más autores en línea con ansias de ser conocidos, de que los lean, de sacudirse el lodo del anonimato (que, después de todo, nunca nos abandona por completo). Sus direcciones electrónicas están disponibles en la red, sólo hay que saber buscar y tener las herramientas para ello. Ahora mismo en la carpeta de spam de mi programa de correos puedo localizar una de tantas ofertas de bases de datos con miles de direcciones electrónicas que me enviarán a casa en un CD por una módica suma. Es más, acabo de hacerlo:
¿Lo ven? Teniendo las direcciones, cualquiera puede lanzar una oferta atractiva a los cuatro vientos. En una base de datos como esta, que tiene más de 3 millones de direcciones, es más que posible que la pesca de arrastre capture la cantidad necesaria de incautos para agenciarse unos buenos dólares.
Ahora vean la ristra de direcciones electrónicas en la primera imagen. Es una lista creada por un programa especializado en el envío de correo masivo (esa fea costumbre técnicamente conocida como spam), facultado para enviar el mismo mensaje a muchas personas, pero teniendo el cuidado de no incluir demasiadas direcciones por cada mensaje, de manera de pasar desapercibidos por los filtros antispam que utilizan los modernos servidores de correo. Para decirlo en cristiano: en la imagen se ve que el mensaje fue enviado a 26 personas: 15 destinatarios directos y 11 en el campo «con copia a». La herramienta de spam simplemente crea tantos mensajes como sea necesario para incluir 26 destinatarios en cada uno, y así no ser detectados por esos filtros.
En la imagen he dejado sólo los precios que se le cobra a los incautos por aparecer en una «antología» (que no es tal, como he dicho alguna vez). Supongamos que escojo la opción más cara: 105 líneas y 20 CDs. Al cambio oficial en Venezuela, el millón y pico de bolívares que pagaré por esas 105 líneas me basta y me sobra para publicar mil ejemplares de mi propia plaquette, quemar los CDs y tomarme unos tragos con los panas para celebrar. Y lo mejor es que aparecerá mi nombre como único autor.
En la parte del mensaje que no se ve está el cariñito, la palmadita en el hombro, la red en la que los incautos son atrapados: «Lo felicitamos por haber sido seleccionado para ser parte de nuestra antología, ya que usted ha demostrado su talento en certámenes organizados por prestigiosas instituciones, es por eso que es uno de los Seleccionados para formar parte del presente proyecto antológico».
Se preguntará el incauto: pero bueno, ¿y dónde está el fraude? En primer lugar, querido incauto, bájate de esa nube: nadie te seleccionó por tus méritos. Un programa de rastreo de direcciones electrónicas capturó la tuya, que alguna vez dejaste en un foro o en cualquier sitio público en Internet, y la anexó a una base con las direcciones de otras 2.999.000 personas. En segundo lugar, una verdadera antología es un libro en el que un compilador reúne textos con características comunes que pueden ser geográficas, etarias, literarias o de cualquier otro tipo, y en el que los autores escogidos por supuesto no tienen que pagar nada para que el libro sea impreso, pues se da como un hecho el reconocimiento a tu trabajo, al sudor de tantas noches dedicadas a algo como la literatura que para la mayoría es improductivo e inútil, algo por lo que ya pagaste lo suficiente. En tercer lugar, muchas de estas «antologías cooperativas» ni siquiera llegan jamás a imprimirse.
Mis disculpas a los lectores de siempre, que ya me han leído bastantes posts sobre este tema.
Siempre he pensado que los escritores somos una población de unos docientos millones de habitantes, es decir podríamos estar entre los diez paises mas habitados de este infierno. Es decir que somos poderosos, todos los dias esas docientas millones de personas amanecen soñando con vivir de la literatura mientras pitan, bufan, gritan o bajan una barrera en el metro o dan cambio, o golpean con rencor el matasello, por tal motivo los escritores constituimos una nacion apetecible para la pesca de arrastre.
Jorge yo propongo un sinceramiento, que los escritores paguemos por cada persona que nos lee, deberá para ello dar pruebas evidentes de que nos ha leído; al final del relato, pondremos tres o cuatro preguntas: quién era la persona que el protagonista del cuento saludó en la escalera, o ¿de que color eran las paredes del dormitorio de Margot?
Evitaremos así los intermediarios que nos cobran para editar nuestros libros, no gastaremos en catering para las presentaciones, simplemente se convocará a la gente y los que respondan bien seran premiados o con dinero o invitados al vino de presentación.
Tienes razón, a veces el deseo de ser «leídos» es mas fuerte que la razón. Son tantos los textos durmiendo en las gavetas que, a veces, pecamos de incautos. Por eso siempre digo, que buena tarea la de Letralia, pues muchas veces, por estar inmersos en el trabajo materal nos olvidamos de darle la prioridad que merece el trabajo literario y perdemos muchas oportunidades de cocursos y eventos.
Una vez más, gracias.
Gracias Jorge por cuidarnos.
Estas convocatorias truchas tambien salen por los diarios.
Cuidense de Argenta.
Saludos, Silvia
Jorge:
Recibo constantemente tus envíos de concursos.
Nunca te agradecí, nada, en lo más mínimo.
Ahora lo hago y me hago eco del tema del fraude de los Concursos que prometen y después el ingenuo escritor ni se entera en las páginas que desaparecen mágicamente, quién fue el ganador, ni siquiera para saber qué y cómo ha escrito, menos felicitarlo.
Hay pocos lugares serios. Me atrevo a nombrarte DUNKEN .
Van 3 jurados diferentes que en tres diferentes oportunidades consecutivas eligieron mis cuentos y los incluyeron en 3 Antologías, completamente en forma gratuita.
Además entregan el libro en una seria ceremonia. Y es sabido que estas Antologías de autores noveles o semi, no las compran nada más que la familia y los amigos y el número es reeducido. Por tanto, no llevan ganancia.
Un abrazo y gracias por la advertencia.
Sonia
Jorge.
Gracias por las señales como esta, de paso agradezco la informacion sobre convocatorias que constantemente estas enviandonos. arduo trabajo el tuyo.
Qué triste que sucedan estas cosas y que se juegue con la ingenuidad y las ilusiones de las personas.
Gracias por difundirla.
Tu labor como editor de Letralia tiene un incalculable valor para muchos de nosotros.
Saludos desde Uruguay
María
Encuentro que tu información con respecto al fraude literario es una buena instancia para pensar en el por qué del blog literario. Sin ánimos de categorizar, pienso a raíz de la discusión que lleva años instalada en torno a posmodernidad y literatura, Literatura y Comercio, que el blog literario se piensa como un espacio de distribución gratuita (si pensamos los límites de Internet en terreno de lo gratuito). Creo entonces que un blog de cuentos, poesía, etc, se libra del faranduleo cibernético (Fotolog), del querer formar un “nombre” y se piensa como un tan sólo apropiarse de este sujeto-globalizador para compartir escrituras… Obviamente esta lectura puede ser bastante ingenua, pero me parece que en varios blogs quien o quienes escriben aprovechan la distribución como un modo de conocer otras escrituras, leer un poco más y sacar provecho, en el sentido crítico, de tal instancia. Se valida lo ingenuo. En general, sabemos que en el Arte, entrar y sostenerse (económicamente) es muy complejo desde la Literatura. Varios de los que estudiamos literatura (obviamente sin afán de ser “poetas” ya que la academia JAMAS JAMAS te va a dar el título de “escritor”, eso no se aprende en la universidad) y buscamos una vida dentro de ella, sea adentro o fuera de la academia, es complejo. Es ahí cuando el fraude literario entra como veneno, por lo cual encuentro que aportes como el tuyo son muy necesarios, porque no falta quien no se percate de la mentalidad tras el fraude, del abuso que se nos acomete por querer hacer vida dentro de este mundo y “boom”, entre así de fácil. Muy buen post, es información necesario. Gracias y mucha suerte.
Los italianos del sur, eran mas sabios, cuando organizaban los velorios, entierro y lloronas incluidas por módico precio, propongo a editoras truchas, que llamen a concurso para editar el libro, presentacion, aplausos, notas de prensa con los quince minutos de fama, certificados de haber leido el libro,etc.
Pero la era del simulacro ha alcanzado a Planeta y Cia, alli para editar necesitas ser un personaje mediatico o famoso, por lo menos ha sido así de los últimos premios planeta por lo que recomiendo: hacerse un personaje mediático y todo vendrá por añadidura, es el caso de Boriz Izaguirre, que tuvo que pasar primero por la fabrica de la televisión basura para poder ganar o salir segundo en Planeta.Esto no siñifica que Boris escriba bien o no, escribe muy bien, eso está claro, como escriben muy bien millones de personas, el problema es es, si hay millones que escriben bien,cómo elijo quién pasa por la máquina de picar carne.
Gracias Jorge por la información. Aunque a nosotros de normal nos parezca algo reprochable, en el mundo es algo muy común. Tu labor comprueba que como farsantes, aún hay personas que no viven sólo para su propio bien.
Solo agradecerte el detalle de la advertencia.
Quienes llevamos ya un tiempo escribiendo, sabemos como funcionan la cosas, pero es muy fácil engañar a poetas y escritores noveles. No hay derecho.
Gracias y un abrazo.
No conocía este método… Hay que tener en cuenta la sutil diferencia entre escribir y publicar. La primera no puede ni debe, ser evaluada por su éxito en la segunda lista.
Mucha gente se confunde.
Saludos…
Una vez, hace muchos años y por puro deporte, le seguí la corriente a uno de estos correos. Los tipos eran Uruguayos. Les dije que había depositado, luego que me había equivocado en el número de cuenta, luego que había mandado el pago por correo, luego que me habían devuelto el correo; hasta que logré retrasar la edición.
El director de la publicación estaba furioso. Le dije que se fuera a lavar. Fue divertido.
Estas operaciones están tan poco tecnificadas (a diferencia de las otras formas de spam), que si 20 personas se ponen de acuerdo, pueden arruinarles el día. Si 100 se ponen de acuerdo, pueden hacerles perder dinero.
Observo que es como los embarazos no deseados: siempre habrá quien caiga, el que no siga la conseja «si parece demasiado bueno para ser verdad, no es verdad», el que arrastrado por su ego/avaricia o simple ingenuidad caiga en estos esquemas. Yo recibo religiosamente los viernes el correo de «la plata Nigeriana» y si no lo filtro es porque me divierte en esas tardes de fin de semana aburridas, pero a veces me digo que si lo siguen mandando es porque sigue funcionando…
Tu nunca aburres 🙂 Te seguimos leyendo asi nos hables de las ridiculeces que dijo hoy la ex-primera dama o las aspiraciones del cadáver de Salas Römer. Un abrazo
Seria bueno hacer una novela con un nigeriano que vive de eso pero creo que son bandas, en españa levantaron una y hablaban de estafas por mas de cien millones de euros; la estafa es parte de la vida humana, no cambia, se modifica, cambian las victimas y los victimarios, se sofistica, modifica su aspecto, es de algun modo puro mimetismo, camaleonico, pigmaleonico, carnaval; es un juego de apariencias, el ser es lo que aparenta dicen los estafadores, es incluso nuestro oficio: la verosimilitud, sin verosimilitud, sin la suspension del juicio critico, no hay cine. En fin, son un mal necesario, porque nos advierten de que la realidad es maya.
Jorge:
Mil gracias por el trabajo que te tomás al mantenernos informados.
Debemos cuidarnos entre todos de esos «chantas» que de cuktura no entienden nada
Un abrazo. Marga
En primer lugar, gracias por enviarme los concursos literarios. En cuanto a tu comentario sobre las editoriales que atrapan incautos, propongo que cada uno de nosotros acerque un nombre de las mismas a medida que las vaya descubriendo. Yo aporto por el primero: LOS CUATRO VIENTOS. A lo mejor vos no podés decirlo así con mayúsculas, aunque he visto que lo decís en minúsculas.
Anímense,vamos que la mayoría conocemos alguna.
Un abrazo.
Juan Carlos.
Supongo que desde que don Guttenberg inventó la imprenta, existen los que te proponen editar tu obra a tus propias costillas. en «El pèndulo de Foucault», Eco los llama APS: «autori a proprie spese» o «autores autofinanciados» en castellano. En Argentina proliferan los avisitos bien claros en los diarios :»Edite su libro», con obvia autofinanciación. Y también proliferan los solapados, bajo la forma de concursos: Nueva Era, Nuevo Ser, Argenta, suelen ser los más tristemente famosos a la hora de cobrarte por un ratito de gloria. ¡Qué le vamos a hacer! El papel es tentador y la carne es débil, lo mismo que las ganas de publicar.
Como siempre, excelentes tu site y tu info, Jorge.
Un abrazo,
Mónica
En EEUU es una vieja institucion por algo se llaman vanity press (ahora estan los vanity blogs)
Le pusieron ese nombre porque se supone que es gente que quiere publicar por vanidad: ver su nombre en un libro bodrio.
Entonces como donde hay una necesidad hay un negocio, aparecen las imprentas que te venden el servicio con mas o menos vaselina te imprimen tu vanidad.
tampoco es tan grave ser vanidoso, nosotros lo somos con los libros que podemos escribir, otros con las mujeres, otros con el dinero que pueden acumular; el nuestro, es una aspiración poco ecológica; he leido que el Washington Post ha reducido su versión impresa.
Gracias por todos tus envíos, tan útiles. Y también por tus advertencias. Saludos desde Madrid. Alberto Lauro
Antes que nada quiero agradecerte por el trabajo que realizas, soy de MÉXICO y parece que aqui se le da muy poca importancia a la literatura pues hay muy pocos concursos, y un casi nulo apoyo a los nuevos escritores, por eso es muy importante la información que nos proporcionas.
Gracias por este gran consejo de estas chanturreadas.
Me alegro que me llegue este mensaje y que utilices este medio también para mostrarle a los demás la cantidad de mala gente que hay en el mundo.
Poe mi parte deseo con toda el alma ser una buena escritora y que mis libros sean leídos en todo el mundo.Pero sé que necesito mucha práctica para lograrlo.
Y pasar por muchos concursos y talleres para corregir mis fallas.
Saludos desde el Uruguay y la Argentina.
Lorena
Agradecerte la informacion…Asi como fundaron ele Estado de Israel podriamos Fundar un Pais llamado LETRALIA………
Estariamos Protegidos.
Que Cosa………….como si ya no bastara la tremenda tarea de Escribir y intentar sobrevivir.
Gracias por la advertencia e por tu expectacular Tierra de Letras .