Tocan a la puerta. Con pereza, pero con curiosidad, me incorporo y abro, pero la noche desierta me golpea en el rostro. Vuelvo al lecho, donde me atraviesa un insomnio sin sosiego. Decido darme una ducha; al ponerme en pie una presencia desmiente la soledad de la habitación y giro en la oscuridad para toparme con una mirada que taladra mi mente. Digo: Imposible, impensable. De mil maneras imagino cómo pueden esos ojos revolotear ante mí. Enciendo la luz: nadie.
Regreso del baño. Olor. Humedad y olor. No es mi humedad ni mi olor. Mi piel es alcanzada levemente por el rumor de una piel que no es mi piel; es la de alguien más que está y no está, alguien que en silencio me mira con sus ojos abiertos como dos mariposas en la oscuridad. Es de mujer el cuerpo de esos ojos. Está recostada a mi lado y su piel es una bandera de poros erizados que ondea lentamente a mi alrededor como una tortura. Le pregunto: ¿Quién eres? Pero no responde; es casi una imagen, casi inmóvil.
Ella alza su cuerpo sobre el mío y acaricia mi rostro. Cuando su mano pasa cerca de mis ojos veo que tiene grabada una mariposa oscura que revolotea enloqueciendo la poca sensatez que queda en mis sentidos. No te detengas, no te detengas. Así piensa mi mente absorta temiendo volver a una realidad anodina de insomnios y noches solitarias. Su mente razona como la mía y sin hablar me ordena: Sumerge tu piel al centro de esta bandera.
Caricias lentas, explosiones. Sus ojos imposibles sudan entreabiertos. La siento gemir en silencio y ya no pienso.
Recibo la mañana con los ojos turbios de quien ha sido atravesado por un insomnio sin sosiego. Marcas en mi piel me hacen dudar de mi cordura. Grabada en una de mis manos, una pequeña mariposa oscura me mira con ojos muy abiertos que taladran mi mente.
(Con este cuento acabo de obtener el primer premio en el Concurso Nacional de Minicuentos «Los Desiertos del Ángel», por decisión unánime de los jueces Gonzalo Fragui, Eloi Yagüe y Jhoerson Yagmour. Los invito a leer la nota de prensa).
Me encantó. Muy bien merecido el premio.
Hola Jorge me gustó tu cuento, pero en vez de poner un comentario elogioso lo leo cada tanto y lo disfruto asi,
Un abrazo desde
Argentina, Mario (amigo del Pana Pires)
¡Un abrazo, Mario! Muy agradecido por la visita y por tu lectura.