Bernardo Atxaga no es el nombre de Bernardo Atxaga. Su nombre verdadero es Joseba Irazu Garmendia. El escritor vasco presentó ayer en México su novela El hijo del acordeonista y explicó en esta entrevista la razón de adoptar un seudónimo que parece un nombre:
Publiqué mis primeros trabajos en 1972, cuando estábamos en plena dictadura franquista. Por prudencia cambié mi nombre. Recuerdo que cuando era niño, el párroco de la iglesia de mi pueblo me hablaba mucho, era un hombre inteligente. Me dijo: «La serpiente tiene muy mala fama, sin embargo, en la Biblia dice que la serpiente es prudente, y la prudencia es una gran virtud». Entonces, en 1972, éramos muy pocos los que escribíamos en euskera y la situación política era terrible, te detenían. Entre 1973 y 1974 publiqué un par de revistas literarias cuyas ediciones eran secuestradas. Por eso hacíamos dos tiradas, una para que la secuestraran y otra para la gente. Por eso la prudencia. Y por eso mi seudónimo no es de una sola palabra, por ejemplo el Puma. Elegí un verdadero nombre para disimular que era un seudónimo.
Quizás sea importante explicar al respetable, que lo del seudónimo de una sola palabra era el uso común entre los escritores vascos en la dictadura franquista.
también hay que explicar, al que no lo sepa, que este escritor tierno y entrañable simpatiza ambiguamente con los que llevan más de treinta años aterrorizando con sus bombas y cobardes pistolas a los que no piensen como ellos (cfr. «La pelota vasca», de Julio Medem, et al). es una pena, con lo bonito que es Obabakoak.
Simpatizar ambiguamente con la barbarie etarra sólo porque se oponía hace siglos a la barbarie de Franco no parece demasiado prudente (¿o sí?). en todo caso es tema delicado aquí en España y ya lo comprobó el crítico Ignacio Echeverría cuando publico en la «Babelia» de «El País» una reseña negativa de esa novela: lo echaron en gerundio. Es que cuando eres una va(s)ca sagrada…
Gracias por el dato puntual, Alber. No tenía idea de que esto fuera así, pero la nota sobre Atxaga me parece pertinente por mi afición a estos seudónimos que parecen nombres, que me parecen más sobrios.
JC, de acuerdo en parte contigo, aunque no era mi punto, como explico en mi re-comentario a Alber. Hay tantos pecados de los cuales echar mano… Creo que no leería a ningún escritor si antepusiera los pecados de cada uno al placer de la lectura.
Juan Carlos, lo que has escrito es una calumnia. Atxaga NO «simpatiza ambiguamente con los que llevan más de treinta años aterrorizando con sus bombas». Ni siquiera pertenece a su órbita política, por Dios… Si hasta sale en los carteles electorales de Izquierda Unida. Y no mezcles temas, que a Echeverría lo echaron por poner a caldo a un autor de la casa. Punto.
calumnia?
cfr: la pelota vasca…
cfr: el hijo del acordeonista…
Controvertida novela (véase el follón Ignacio Echevarría) y magnífica cita (admiro tu capacidad de selección sinceramente!)
Hola, Jorge, buenos días. Polémicas aparte (aunque estoy de acuerdo contigo: podemos juzgar a los autores, determinar que sus posturas son inaceptables y, pese a ello, también leerlos; ¿qué haría uno con Pound, con Jünger, con Tolkien?) el fragmento de historia que se entrevé en lo dicho por Atxaga es interesantísimo. Creo que buscaré más de todo esto.
Un saludo.
es una estupidez y usted se re parece al nota taradooooooooooooooooo boludddddoooooooooooooooo