Carlos Alberto Montaner se decidió a publicar en Internet lo que ha llamado sus «obras casi completas». Los libros están en formato PDF y se pueden bajar gratuitamente (si no, qué gracia tendría) de Firmas Press, sitio que distribuye artículos de Montaner y otros autores para periódicos de todo el mundo. Perromundo, La trama y Viaje al corazón de Cuba son algunos de los títulos de Montaner publicados allí.
Categoría: Libros
El problema es que yo oy de la vieja guardia: me gusta tener un libro entre la manos, marcar una página para dejarlo a un lado y volverlo a retomar cuando el alma me pide alimento.
De todas formas, gracias por el dato.
Me parece una excelente opción, sobre todo para escritores que quieren darse a conocer. Pero este no debe ser un paso final sino un escalón más antes de una recopilación en papel (estoy en esto de acuerdo con Kbulla.) No conozco la obra de ficción de Montaner, aunque sí he leído Las raíces torcidas de América Latina, Fabricantes de miseria, y El manual del perfecto idiota latinoamericano (los dos últimos escritos a seis manos, junto con Plinio Apuleyo Mendoza (periodista colombiano, amigo de Gabo desde los tiempos previos a Cien años de…, y Álvaro Vargas Llosa, hijo de Mario.) Llegué a conocer a Montaner personalmente, una tarde morada de Miami, cuando entró en el Barnes and Noble de Coral Gables, donde trabajé por cuatro años (ahora mi hermano menor sigue con la tradición). Me firmó y libro, (ahora tenemos una “amistad,”) y yo comencé a hacerle preguntas de su amistad con Vargas Llosa, mi escritor de cabecera, y de otras cosas más. Es, de verdad, un tipo sencillo, a pesar de ser sumamente crítico y lúcido. Conversamos un rato sobre mi opinión de Venezuela, para mí sorpresa, pues no sé qué podía encontrar en los pareceres de un estudiante de ingeniería y cachorro de escritor de veinte años (eso era entonces, ahora tengo veintitrés y pasé a ser pichón de…) un reportero del calibre de Montaner, quien publica columnas regularmente en El País y en El Nuevo Herald, (los domingos es el único día que vale la pena leerlo, por Montaner y por las comicidades del bisexual más famoso del continente, Jaime Bayly,) y quien sabe en cuántos periódicos más Un intelectual cordial, sin duda, y moderado como pocos cubanos. Con gusto voy a leer, hasta que aguante, las obras publicadas en internet de Montaner, cuyo derechismo pesimista a veces me nutre, otras tantas me insulta, pero siempre me entretiene y me deja cavilando.
Kbulla, pienso que la discusión sobre el libro digital se va mucho (erróneamente) por ese lado. Es obvio que con los medios actuales la mejor tecnología para leer es el libro, digamos, «molecular» (recuerdo en esto a mi amigo, y en muchas cosas maestro, César Ramos-Cedeño). En eso no hay por ahora medio alguno que lo supere. Pero está el asunto de la recuperación de información, tan necesaria en estos días veloces. Si por razones académicas necesitaras buscar, en las 1.124 páginas de 2666, de Bolaño, la frase «Les preguntó si él podía depositar su confianza en ellos», te verías en un aprieto. Pienso que se toma mucho este tema considerando ambas tecnologías como de uso exclusivo, cuando en realidad debiéramos aceptarlas como complementarias. La informática no ha matado el papel (todavía), pero el papel no puede resolvernos ya muchos problemas.
Roberto, seguramente lo que Montaner «podía encontrar en los pareceres de un estudiante de ingeniería y cachorro de escritor de veinte años» era, justamente, los pareceres de un estudiante de ingeniería y cachorro de escritor de veinte años. Valoro mucho cuando, pese a haber recorrido tanto mundo (o tanto perromundo), un escritor tan conocido mantiene ese valor esencial tan importante: la humildad.
Por cierto, Kbulla, arréglale la s a tu teclado. 🙂
JAJAJA. No es el teclado. Es este @%#& dedo anular. 😉
Gracias, no me había fijado. Gajes de escribir en el trabajo.