A más de un año de haberse realizado el III Congreso Internacional de la Lengua Española, (que tuvo lugar en Rosario, Argentina, en noviembre de 2004), es ahora cuando el Centro Virtual Cervantes ha publicado la memoria del evento. Se les perdona el tiempo transcurrido, claro. Entre las ponencias es posible leer abundante material sobre estudios lingüísticos, pero también hay muchas relacionadas con la incidencia de nuestra lengua en la literatura.
Muy interesante la ponencia de Jorge Volpi, De murallas, viajeros y cuerpos; la literatura en español y sus rivales, que compara el desarrollo de las lenguas con la genética y nos conmina a no mezclar literatura e identidad nacional.
Entre más promiscua es una literatura —es decir, entre más contactos posee con otras literaturas— mayor es su capacidad de sobrevivir, sin que ello implique nada parecido a una pérdida de su identidad. Porque la identidad de la literatura española no existe: se forma y renueva día con día, en el permanente diálogo que mantiene con sus distintas variedades y, desde luego, con la literatura escrita en otras lenguas.
El congreso se dividió en tres paneles: Aspectos ideológicos y sociales de la identidad lingüística, Identidad y lengua en la creación literaria y Español internacional e internacionalización del español. Todos muy nutritivos, pero me atrajo más el segundo, con ponencias de Mempo Giardinelli, Fernando Iwasaki, Nélida Piñón y Angélica Gorodischer, entre otros.
IDIOMA EL ESPAÑOL COMO EL PERRO HUESUDO EN SUS ARTICULACIONES,BUEN OLFATO Y MAYOR APETITO POR LO NUEVO .
Nos dice tu idioma agua y harina,
lo monótono de tu verbo
viendo pasar gente desde tus palabras
oyendo la lluvia sobre los siglos
que tiene la vieja calle provinciana,
mientras que a lo lejos suenan los clamores futuros
turbios y confusos de unas campanadas