“Por fin se ha convertido Suecia al bolañismo”, me cuenta en una carta Lilian Fernández Hall, al hacer referencia a la recién horneada edición sueca de Los detectives salvajes, traducido por Lena E. Heyman. El mérito editorial le corresponde a Tranan, un sello pequeño pero, en palabras de Lilian, muy reconocido. Continúa Lilian:
El diseño gráfico del libro es fabuloso y dan ganas de comprarlo sólo para que luzca en la bilbioteca. Ha sido acogido por la crítica en forma muy positiva, y quienes ya profesamos el fervor por este autor esperamos que la traducción de esta novela sea el inicio de la bolañomanía en Suecia. Varios de los críticos desean ver 2666 en sueco, y según rumores, está en marcha. Otro grande que se perdió la Academia.
Días atrás Lilian me había contado que pudo comprar su ejemplar de La enfermedad, de Alberto Barrera Tyszka, por el que le sacaron un dineral. “Estoy muy contenta y mucho más pobre”, me cuenta. La edición sueca, que está próxima a aparecer, se llamará, claro, Sjukdomen.