Jorge Gómez Jiménez
Menú
  • Jorge Gómez Jiménez
  • RSS
  • Letralia
  • Escríbeme
Menú

De cómo perdí mi alma

Publicada el sábado 14 de abril de 2007 por Jorge Gómez Jiménez
Compártelo en tus redes:

Jaque mate

Amaba a María. Era un amor turbulento y cruel que ambientó con una esplendorosa luz negra algunos meses de mi vida hace ya más de quince años, mientras recorríamos con agotador frenesí el bulevar de Sabana Grande, la avenida Urdaneta y otros ámbitos de una Caracas de ensueño que algunos ilusos nos negamos a olvidar.

Nunca supe si me amó —en realidad nunca supe nada sobre ella—, pero una noche me mostró las cartas que me escribía en su cuaderno, que nunca más me daría a leer y que glosaban un amor sanguíneo, por diversas circunstancias condenado a un término abrupto del que ambos estábamos secretamente conscientes. Cuando leía las cartas, sentía en mis manos el redoble de su corazón absurdo y las lágrimas del final que ya se anunciaba.

Después de guardar el cuaderno, me preguntó de forma inesperada si sabía jugar ajedrez. Claro que sé, le dije, gracias a un tablero que mi papá me regaló cuando cumplí siete años, y con el que me enseñó ganándome y dejándose ganar las tardes de domingo. Vamos a jugar, me invitó, y caminamos hasta una de las mesas de Sabana Grande donde por unas monedas te dejaban usar un tablero.

Con toda elegancia me dejó usar las blancas para que abriera la partida. Justo antes de mover mi primer peón, tomó mi mano y me preguntó qué apostaríamos. No apuesto, no tengo dinero, le respondí. Jorge, no seas tonto, no se apuesta sólo dinero. Entonces me hizo su oferta: si perdía, sería mi esclava sexual durante toda mi vida. Bastaría que la llamara y ella acudiría de inmediato. Mis ojos adolescentes se entrecerraron con una sonrisa y acepté. Si gano, continuó, al morir tu alma será mi esclava. Encandilado por la posibilidad de ganarle, también acepté.

Empezamos a jugar y por unos veinte minutos me abalancé sobre sus piezas, impulsado por la lascivia. A medida que me indigestaba de peones, imaginaba una vida entera satisfaciendo mis deseos con mi propia esclava y sonreía mientras la miraba titubear antes de mover cada pieza. Todo estuvo bien hasta que, en algún momento, ella hizo un par de jugadas que me sentenciaron a un limpio jaque mate del que me tomó un buen rato reponerme.

Hace años esta historia me producía temor. Mi final con María llegaría poco después con el mismo brío de tumulto con que se había desarrollado nuestro breve romance y jamás volví a verla. Con el tiempo, el temor fue sustituido, primero, por la curiosidad ante la idea de encontrarla esperándome cuando me toque avanzar más allá del umbral de la muerte; después, por la sospecha de que la memoria de aquella partida es ya una evidencia de mi condición de esclavo.

Nunca volví a apostar.

Compártelo en tus redes:
Categoría: Ex libris

14 comentarios en «De cómo perdí mi alma»

  1. eraser dice:
    sábado 14 de abril de 2007 a las 11:22 am

    Yo nunca la tuve…una pena?

    Responder
  2. maguita caldera dice:
    sábado 14 de abril de 2007 a las 12:16 pm

    Yo perdí mi alma pero nunca por una apuesta..entre aquí por casualidad me gusta el blog… saludos nos seguimos viendo por acá…ahhh lo q si es q las letras están como muy claras y se me dificulta leer, tengo q resaltar el texto… por cierto un moreno muy lindo 😉

    Responder
  3. Martha Beatriz dice:
    sábado 14 de abril de 2007 a las 12:28 pm

    Muy bueno :). Si, el recuerdo nos hace esclavos.

    Responder
  4. María Inés Pérez dice:
    sábado 14 de abril de 2007 a las 12:53 pm

    La superstición me carcome siempre. A veces suplanta mi espíritu cientifíco ( que creo que realmente no existe) para llenarme de miedos y suspicacias tratanto de identificar fuentes de malos agüeros.

    En tu caso estaría aterrada. No podría soportarlo. Finalmente, creo, viviría con eso.

    Un saludo, me ha encantado tu texto y seré tu lectora de ahora en adelante. Saludos!

    Responder
  5. Laura dice:
    sábado 14 de abril de 2007 a las 4:42 pm

    Muy buen cuento, Jorge.
    Coincido, somos esclavos de nuestros recuerdos y prisioneros de la nostalgia.
    Saludos.

    Responder
  6. Bruz dice:
    domingo 15 de abril de 2007 a las 11:21 am

    Lo peor no es el romanticismo de nuestros recuerdos, sino que ya hay una gran mayoría que no cree que esa caracas de nuestro pasado haya en realidad existido.
    Perder la identidad es una cosa, pero olvidarla por » vicios «, es la mayor desgracia que le puede ocurrir a un pueblo.

    Responder
  7. jio dice:
    domingo 15 de abril de 2007 a las 5:20 pm

    aaaah…la efímera y volatil maría… te subyugará su sonrisa…

    Responder
  8. ignatiusmismo dice:
    lunes 16 de abril de 2007 a las 1:46 pm

    Hola. Me ha resultado interesante. Saludos

    Responder
  9. Alvaro Ramirez dice:
    viernes 20 de abril de 2007 a las 11:48 am

    Fabuloso tu cuento. Remite a épocas de adolecencia. Bien tramado y resuelto como una partida.
    Jaque al lector, ¡mate en una jugada!
    🙂

    Un saludo y un abrazo.

    Responder
  10. juan dice:
    viernes 20 de abril de 2007 a las 5:50 pm

    http://lospoemasdeunangelcaido.blogspot.com/ ojala te gusten

    Responder
  11. marianne dice:
    sábado 21 de abril de 2007 a las 10:06 am

    Una esclavitud intensa y reveladora. Encantada de visitarte, un abrazo!

    Responder
  12. Jorge Gómez Jiménez dice:
    lunes 30 de abril de 2007 a las 6:27 pm

    No sé, Eraser, quizás sea mejor no haberla tenido nunca que perderla y no encontrarla.

    Maguita, lo de las letras es para que me veas con más atención. 🙂 Ya te di una vuelta por tu blog agradeciendo el comentario y la amable flor.

    Así es, MB.

    María Inés, la superstición nunca es buena consejera. En cuanto a mí, ya no me aterra. Me he vuelto valeroso.

    Cierto, Bruz, es algo que comentaba hace poco con la viuda de Argenis Daza Guevara, con quien bastante recorrí el bulevar.

    Jio, como decimos aquí: ya pá’qué. Ya me subyugó.

    Gracias, Ignatiusmismo, por tu atenta lectura.

    Álvaro, hermano, qué gusto tenerte por estos lares. Este cuento, sin embargo, no es un cuento, o al menos es un cuento, como decían antes, tomado «de la vida misma».

    Gracias, Juan, te leeré por estos días.

    Marianne, otro abrazo para ti, encantado de que me visites. 🙂

    Responder
  13. Arianne dice:
    jueves 17 de mayo de 2007 a las 2:18 pm

    Lo importante de amar, es descubrir que el amor siempre estará dentro de uno. Sólo después, es que se descubre que el amor se lo puedes dar a «alguien más». Siempre habrá ese «alguien más».

    Responder
  14. Axel Blanco Castillo dice:
    sábado 4 de junio de 2016 a las 9:37 am

    Hay algunos momentos, algunos amores que nunca se olvidan. Nadie imagina las cosas que pueden pasar jugando ajedrez con una mujer. Generalmente somos vencidos con su seducción. Un relato encantador que engancha desde la primera línea.

    Responder

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Sígueme

Notas recientes

  • Doctor Who y El misterio de Edwin Drood y los elementales azules
  • Después del fin de los libros, mi pregón en la Filuc
  • Taller de cuento, la guía definitiva para formarse en el género
  • Rolando Revagliatti selecciona y recita poemas míos
  • Samuel Eduardo Qüenza, el sabio
  • Yesterday: los Beatles nunca existieron
  • ¿Por qué Remedios, la bella, se fue al cielo?
  • Instrucciones para comprar el pan
  • Entrevistado en QuéLeer
  • Uno o dos de tus gestos
  • Un poema de Mar baldío traducido al francés
  • Las utopías no existen
  • El cuento interplanetario de Edgar Allan Poe
  • Cerveza
  • John Hurt, hasta siempre

Han dejado notas sobre mis notas

  • Estelio Mario Pedreáñez en Moralina alrededor de Memoria de mis putas tristes
  • Estelio Mario Pedreañez en Moralina alrededor de Memoria de mis putas tristes
  • Estelio Mario Pedreañez en Moralina alrededor de Memoria de mis putas tristes
  • Alejandro en Tres casos de estafa con concursos y antologías
  • María en La extraña muerte de Natasha Fuentes
  • Sautherom en La extraña muerte de Natasha Fuentes
  • maria en Samuel Eduardo Qüenza, el sabio
  • Hugo Camacho en Moralina alrededor de Memoria de mis putas tristes
  • Estelio Mario Pedreañez en ¿Triunfó de nuevo el vil egoísmo?
  • Constanza en Tres casos de estafa con concursos y antologías

Notas desde 2004

Categorías

Qué delicia: El sabor de América #1
Qué delicia: El sabor de América
(a partir de lunes 30 de junio de 2025 11:19 GMT -04:00 - Más informaciónProduct prices and availability are accurate as of the date/time indicated and are subject to change. Any price and availability information displayed on [relevant Amazon Site(s), as applicable] at the time of purchase will apply to the purchase of this product.)
Mujeres Rompiendo El Silencio #1
Mujeres Rompiendo El Silencio
(a partir de lunes 30 de junio de 2025 11:19 GMT -04:00 - Más informaciónProduct prices and availability are accurate as of the date/time indicated and are subject to change. Any price and availability information displayed on [relevant Amazon Site(s), as applicable] at the time of purchase will apply to the purchase of this product.)
Dos tipos de cuidado #1
Dos tipos de cuidado
(a partir de lunes 30 de junio de 2025 11:19 GMT -04:00 - Más informaciónProduct prices and availability are accurate as of the date/time indicated and are subject to change. Any price and availability information displayed on [relevant Amazon Site(s), as applicable] at the time of purchase will apply to the purchase of this product.)
Todos me miran in the Style of Gloria Trevi #1
Todos me miran in the Style of Gloria Trevi
(a partir de lunes 30 de junio de 2025 11:19 GMT -04:00 - Más informaciónProduct prices and availability are accurate as of the date/time indicated and are subject to change. Any price and availability information displayed on [relevant Amazon Site(s), as applicable] at the time of purchase will apply to the purchase of this product.)
Duende en la Sombra #1
Duende en la Sombra
$1.99 (a partir de lunes 30 de junio de 2025 11:19 GMT -04:00 - Más informaciónProduct prices and availability are accurate as of the date/time indicated and are subject to change. Any price and availability information displayed on [relevant Amazon Site(s), as applicable] at the time of purchase will apply to the purchase of this product.)

Lo más leído

  • ¿Por qué Remedios, la bella, se fue al cielo? 9 vistas

  • La extraña muerte de Natasha Fuentes 6 vistas

  • Acrósticos 3 vistas

  • ¿Se convirtió Gregorio Samsa en una cucaracha? 3 vistas

  • Tres casos de estafa con concursos y antologías 2 vistas

  • La verdadera muerte de Alfonsina Storni 2 vistas

  • Antonio Orlando Rodríguez, el niño escritor que ganó el Alfaguara 2 vistas

  • La historia olvidada del tío Lucas 2 vistas

  • Doctor Who y El misterio de Edwin Drood y los elementales azules 2 vistas

  • ¿Por qué no se tildan las mayúsculas? 2 vistas

Jorge Gómez Jiménez

Mi nombre es Jorge Gómez Jiménez. Soy escritor y edito desde 1996 la revista literaria Letralia, Tierra de Letras.

Sígueme

“Taller de cuento”, de Jorge Gómez Jiménez

Taller de cuento
Ocho lecciones sin innecesarios enredos teóricos, diseñadas para liberar la imaginación del cuentista.

“Uno o dos de tus gestos”, de Jorge Gómez Jiménez

Uno o dos de tus gestos
Diecisiete relatos en los que la mujer es tema y protagonista.

© 2025 JorgeLetralia | Funciona con Minimalist Blog Tema para WordPress