A Rodrigo Fresán lo encandiló de tal manera 2666, la novela de Roberto Bolaño publicada póstumamente, que su plan de escribir una bitácora sobre su lectura, compuesta por notas de pies de página, impresiones, ideas, ecos y hasta recuerdos, quedó frustrado por completo.
…me puse a escribir esto otro que no es lo que yo quería escribir, pero que es lo que hay. La verdad sea dicha: no tiene mucho sentido leer sobre 2666; hay que leer 2666.
La nota completa está en Red Literaria, publicación a la que por cierto, siguiendo en la línea de Fresán, hay que leer.
Categoría: Libros