Algo que tiene de cabeza a los alemanes son las explosiones de sapos que se han venido verificando en diversos puntos del país. Simplemente los sapos se hinchan hasta tres veces su tamaño natural y explotan a la vista del que pase por allí.
Al parecer es un fenómeno generalizado, según explicaban el activista de protección de animales Werner Smolnik y el veterinario Otto Horst, ayer, a ABC News Online. En Hamburgo hasta tienen un «lago de la muerte» en el que se han producido muchas de estas explosiones. El lago, en el distrito de Altona, ha sido cerrado al público y tienen a un biólogo analizando el hecho, que parece producirse con mayor énfasis entre las 2 y las 3 de la mañana.
Nadie conoce la razón, pero se han aventurado explicaciones como un virus desconocido, un hongo en el agua o una reacción a la amenaza de cuervos que estarían acechando a los pobres sapos.
Vía Perspectivas.
me dan pánico los sapos, salí corriendo de tu blog jaja mañana regreso 😉
Curioso… casi imposible de creer…
Como aquella expedición que se fue a las Malvinas, para estudiar si los pingüinos se caían de espaldas cuando observaban el vuelo de los helicópteros.
Marianne, ¿nunca viste «SOS S.A.?» 🙂
Vigo, coincido contigo. En Perspectivas suelen ser muy sarcásticos y publican estas cosas, me parece, más que nada para que uno vea hasta dónde es capaz de llegar la gente.
Ahora, lo de los pingüinos no lo conocía. 🙂