Esta mañana El Confidencial publicaba este breve reportaje en el que se anticipa que los libros más vendidos en la Feria del Libro de Madrid —cuya conferencia inaugural fue pronunciada por Víctor García de la Concha ayer y será clausurada el 12 de junio— serán El código Da Vinci, Ángeles y demonios y el nuevo La conspiración, de Dan Brown, La hermandad de la sábana blanca y La Biblia de barro, de Julia Navarro, lo último del Harry Potter de J. K. Rowling y, con todos ellos… Don Quijote de La Mancha, de Miguel de Cervantes Saavedra.
La noticia plantea una paradoja: los libros más vendidos, ¿son siempre los peores? Claro que se trata de una pregunta tramposa, pues el cuarto centenario del Quijote ha multiplicado la publicidad de la obra cervantina a quién sabe cuál potencia, y ya no se sabe si el complejo de culpa, el efecto de la publicidad o el simple bajón en los precios de las ediciones ha determinado el incremento estratosférico en las ventas.
Alguien a quien no le hace mucha gracia todo esto es el escritor español Fernando Sánchez Dragó (Madrid, 1936), para quien la vocación de best-seller de la obra de Cervantes es un asunto de consumismo y no de cultura, tal como dijo este sábado durante la XVII Feria del Libro de Santa Cruz de Tenerife, que fue clausurada ayer y en la que, por cierto, el veneco Boris Izaguirre presentó su libro sobre Hitchcock.
Ahora todo el mundo esta comprando el Quijote, pero no creo que con esta pantomima del centenario se haya ganado un solo lector, más bien se habrá ahuyentado definitivamente a los pocos lectores que ha tenido siempre.
Dice la nota que Sánchez Drago está “horrorizado» por las malas juntas con que nos ha salido el buen don Alonso. Y entre tales horrores menciona a Paulo Coelho, de quien es amigo —según él— pero, sincerote como es, no puede dejar de decir que su literatura le parece basura.
No tiene desperdicio la entrevista, en la que Sánchez Dragó no se mete sólo con Coelho, sino que además carga contra los chicos que envían mensajes por el celular, con la Biblia y con la mismísima raza humana. Pá’qué más.
Si en algo puedo contribuir al mal humor de Sánchez Dragó, le daré la razón apelando a la Biblioteca Pública del Estado, de Santa Cruz de Tenerife —desde donde lanzó él sus agudas declaraciones—, que tiene en línea esta lista con los libros más leídos en su recinto. Revisen la lista y hablamos.
Jorge, muy buena la nota, aquí la feria siempre trae polémica.
Creí entender cuando leí la noticia que fueron los príncipes, Felipe y Letizia, los que inauguraron la feria, no García de la Concha. Pero leí de pasada sobre eso, y ni siquiera he ido a la feria, porque es un sitio caluroso y largo de caminar: el parque del retiro para la feria dle libro me parece demasiado incómodo, incluso los libreros y escritores que tienen que firmar se han quejado. Aunque he sabido que algunos stands tienen aire acondicionado…
ah, por cierto, lo de Boris no es una novela, es un libro como de ensayo o así.
salud.
Gracias por las aclaratorias, JC. García de la Concha ciertamente no inauguró, sino que pronunció la conferencia inaugural. También he corregido el dato sobre el Boris.
Jorge,
Acerca de tu post te comento que escribí ayer uno acerca de Coelho, pero eso es otro tema, david un bloguero y yo estamos tratando de crear discusiones, opiniones , etc acerca de libros en particular y a mi me gustaría mucho que tu que te gusta y sabes tanto de literatura te metieras en mi blog para que participaras en este tema.
un saludos
En cuanto al Quijote: creo que el sentimiento de culpa.
Yo entiendo el rechazo por esa «literatura». Pero podemos interpretar que los espanoles de hoy lo que quieren son ficciones, ficciones complot, de magia, de religion, de sociedades secretas y misterios. Eso si, facilito de leer y descriptar (lo cual es una paradoja).
Dentro de esa optica, Don Quijote parece coherente.
Ayer iba a escribir lo mismo que hoy, pero el cansancio me venció, te leí y sali sin dejar comentario. Supongo que no es raro que los mejores libros no son los que más se vendan, los libros que más se venden son los que mejor publicidad y respaldo tienen. Sin embargo, a veces coinciden buenos autores con buenos promotores.
Con tal de que la gente lea, que lea lo que quiera. Una lectura no tan buena puede dar paso luego a una mejor. En todo caso la lectura requiere de un esfuerzo metal diferente al de ver televisión y ese esfuerzo implica abstracción y concentración. Por supuesto que sería perfecto que la gente leyera solo literatura con L mayúscula, pero entonces donde quedan otros géneros considerados como subgéneros pero interesantes, apasionantes y divertidos como la ciencia ficción, la fantasía, etc… Y el Quijote la verdad es que lo prefiero en la calle en la mano de la gente así sea por «fashion» que cogiendo polvo en un estante olvidado… La postura de Sánchez Dragó me parece como no querer lavar ni prestar la batea… Por cierto que no me canso de leerte Jorge, que bueno tu blog…