Zanón es una empresa argentina que, después de ser declarada en quiebra por sus dueños, fue ocupada y reactivada por sus trabajadores en el año 2001, en una interesante respuesta a la crisis económica de la nación sureña. La empresa fabrica azulejos de cerámica —lo que por estos lados conocemos como baldosas— para baños y cocinas y ha generado desde su ocupación más de doscientos nuevos empleos.
La empresa dio a conocer hace poco su producto más reciente: una línea de baldosas con poemas de Juan Gelman. La idea es del poeta, también argentino, Andrés Kurfirst, quien además es publicista y presentó su proyecto “Un metro cuadrado de poesía” a Zanón, que de inmediato se puso a trabajar. Ya la empresa ha sido contactada por universidades de Chile, Uruguay, Perú y México, que quieren tener la poesía de Gelman en sus baños y otros espacios.
Gelman participó en el proyecto aprobando el uso de sus textos en esta peculiar publicación, como una forma de dar su apoyo solidario al esfuerzo de los trabajadores de Zanón, de cuyo empeño en rescatar la empresa ha dicho que “esta lucha también es un acto poético”.
El lanzamiento de la línea de baldosas abarca unos cien ejemplares, y será destinado a reemplazar las piezas rotas en los baños y cocinas de las escuelas y comedores comunitarios bonaerenses. Pero Kurfirst viene con todo y ha anunciado que hará con Zanón varias líneas similares con textos de los argentinos Diana Bellesi, Leónidas Lamborghini y Daniel Freidemberg, el peruano Reynaldo Jiménez y el chileno Jaime Huenún.
La fotografía es de Jorge Ariza, de Clarín Digital.
Que nota esta idea… Te imaginas dándote una duchita relajante o un baño en la bañera mientras lees una selección de tus poemas favoritos con unas velitas y una copita de vino friíta, o haciendo el plato para una cenita a solas con tu «significant other», inspirándote y poniéndote en el humor adecuado la lectura de los mismos. Uno ya ha hecho algo similar a esto poniéndolos en la cartelera del cuarto o de adolescente escribiéndolos en el techo o la pared… Pero lo del baño me parece bastante sexi… eso sí solo para labores de higiene y no de desecho ya que toda la poesía, inspiración y sensualidad se nos puede ir por el desagüe…
¡Que vaina tan buena! Esto le dá un sentido compleamente distinto a «¡Rameiro, pásame la baldoisa!»