Los pizarrones están desapareciendo. En las escuelas donde estudié todos los pizarrones eran verdes, y la mayoría de ellos eran simplemente gigantescos rectángulos de pintura sobre la pared llana, algo muy práctico si se considera que un pizarrón tradicional, de madera o cartón piedra y con un marco, tiende a torcerse gracias a nuestros maravillosos cambios constantes de clima, produciéndose aquel repetitivo toc-toc cuando se escribe sobre ellos y el marco torcido da golpes contra la pared. En Inglaterra sí que eran de éstos, nada de estar pintando paredes, y además eran negros. Por ello, ahora que cada vez es menos la gente que los usa, el Museo de Historia de la Ciencia de la Universidad de Oxford ha preparado la exposición Bye Bye Blackboard, en el que se muestran pizarrones usados por gente como Albert Einstein, Brian Eno, Glenda Jackson y Alain de Botton con las notas originales de todos esos genios. ¿No es un alarde de previsión, haber dejado intactos esos pizarrones todos estos años? El de Einstein, por ejemplo, data de 1931. Y el que más me atrajo fue el pizarrón esférico que encabeza esta nota, y en el que el periodista Jon Snow escribió: «Nuestra responsabilidad más grave es el calentamiento global».
Chao, pizarrones
Categoría: Artefactos
Me ha gustado mucho el link. Hace unos días vi en algún lugar de la blogosfera una foto en la que se veía una inmensa pizarra en la pared de los lavabos de algún tipo de colegio. La fotografía desde luego daba que pensar por lo anacrónico. He estado un rato buscando en la red el link, pero era como buscar una aguja en pajar…