El lunes se estrenó Maradona en la televisión argentina con La Noche del Diez, un programa para Cadena 3 en el que, según cuentan en esta nota, no se han escatimado esfuerzos de producción: cuatro directores de cámara, una mini cancha de fútbol en el estudio, una pantalla gigante única en Suramérica, cinco secretarias y, claro, Dieguito entrevistando, contando sus jugadas míticas, jugando tenis con Gabriela Sabatini, bailando un vals con Maria Grazia Cucinotta —la italianota de Il postino— y hasta cantando tangos.
No puedo hacer juicios de valor sobre el programa sin haberlo visto. Previsiblemente, Cadena3 mantiene en línea esta encuesta donde, hasta la mañana de hoy miércoles, 650 personas lo calificaban como muy bueno o excelente, contra poco más de 200 que opinan que la cosa fue más bien regular o francamente mala.
El estreno fue todo un lujo, con Maradona y Pelé hablando de drogas y deporte. Se tocó el tema del hijo de Pelé, recientemente involucrado en problemas de narcotráfico, y Pelé aprovechó la oportunidad para preguntarle a Maradona si era cierta la especie de que, en Italia 90, el equipo brasileño habría sido drogado por el argentino.
La historia cuenta que, en una pausa del partido, los jugadores brasileños tomaron de un bidón de agua de los argentinos. Al parecer, el agua del bidón estaba adulterada con un calmante. Maradona confirmó, tal como lo había hecho en el pasado, que el episodio fue verdad, pero aclaró: «cuento el pecado, pero no quién fue el pecador».
No faltó, por supuesto, una pizca de fútbol sagrado con los dos dioses pasándose el balón de cabeza. Al término del programa Maradona conversó con la prensa argentina. Aquí echan el cuento en detalle.
La historia del equipo argentino drogando al brasileño me causó mucha gracia porque me hizo recordar el cuento «De cómo la vinotinto se fue al Mundial», de José Santos Urriola, que publicamos en la edición 58 de Letralia. Era 1998 y la fiebre vinotinto apenas se avecinaba, pero Santos hace un ejercicio de anticipación en el que Venezuela clasifica para el mundial de 2002 ganándole a Brasil 4 a 0. La gracia del cuento está en leer cómo ganamos.
Sinceramente, un programa como ese, en un pais como éste (Argentina) es una afrenta más en la oquedad persistente. Pero es lo habitual en la televisión vernácula, con honrosas excepciones (como canal A, por ejemplo, al cual nadie hace encuestas de opinion; claro si hasta le da espacio a poetas, pintores, musicos y obras de Shakespeare).
Pero Maradona, Pele, Sabatini y la farandula festejan: con circo se sigue viviendo, y ademas es muy lucrativo.
Fuera de las canchas de futbol, Maradona y el conjunto de la comparsa que lo acompaña hacen gala de la estupidez más supina, como era de esperarse.
Alguna vez Maradona contó su vida en un libro. Pero no fue escrito con la famosa «mano de dios», sencillamente pagó para que otra persona escribiera por él.
Claro, antes jugaba fútbol (tambien Pelé antes y también Sabatini antes), ahora… (la crudeza del ahora).
Quizás más adelante se ponga a cantar tangos. Refrendando aquello de que «Maradona es Gardel»…
Bien, Bardamu; de hecho en el programa hizo su «debut» como cantante de tangos.
Siempre me declare admirador de Maradona, todo el esfuerzo que implicó llegar a ser el mejor jugador de fútbol de todos los tiempos, quizás el otro día se encontró con quien le sigue, lo mío no es caprichoso, es la realidad de los resultados. En cuanto a su recuperación es loable para todos los seres humanos que están pasando por ese trance amargo que es el canto de las sirenas o el placer de momentáneo de las drogas. Que dice es posible. Ojala por su bien así sea.
Ahora pasemos a lo que motiva a una gran parte de la población del globo terráqueo. Fútbol, Fútbol, Fútbol. Si hasta as mujeres ya lo juegan y lo ven. Entonces porque no agregarle algo de polémica, si lo hacemos los escritores para interesar a nuestros lectores. Y tendríamos cientos. La mano de Diego contra los ingleses, el agua a Branco, la descarda mano de Tulio contra argentina, la expulsión de Maradona del mundial de USA cuando habían logrado levantar ese mundial, y si vamos atrás en el tiempo la supuesta aguja que utilizaba el Doc. Bilardo para poner nervioso a sus rivales. En el fútbol se puede llegar a niveles extremos de querer ganar. Pero hay códigos: todo queda dentro de la cancha. Y con respecto al programa de Maradona esta bien hecho, se la ingenia muy bien para conducir, que más le Querés pedir Bardamu, calculo que serás AMARGO de esos que ganas cuatro a cero y buscan la falla en su equipo. Maradona no es Dios pero se le acerca bastante. Además no escribió su libro por que nos da de comer a los escritores. Un abrazo desde la cancha de Lanús, tenemos los mismos colores granates con Venezuela.