Un epígrafe es, en literatura, lo que las calcomanías en un carro. Son elementos aparentemente decorativos, pero si nos fijamos bien, pueden darnos pistas sobre el tema del texto, el carácter de la obra, la cultura del autor o su carencia de ella.
Yo prefiero, sin embargo, los epígrafes que me inspiran preguntas sobre lo que voy a leer. Los prefiero como lector, también como escritor. Por ejemplo, el epígrafe de 2666, de Roberto Bolaño, es terrible: Un oasis de horror en medio de un desierto de aburrimiento. Es de Baudelaire, y se aclara un poco si uno ha leído previamente la conferencia «Literatura + enfermedad = enfermedad» (de Bolaño, claro, no de Baudelaire):
En medio de un desierto de aburrimiento, un oasis de horror. No hay diagnóstico más lúcido para expresar la enfermedad del hombre moderno. Para salir del aburrimiento, para escapar del punto muerto, lo único que tenemos a mano, y no tan a mano, también en esto hay que esforzarse, es el horror, es decir el mal.
Otros son descaradamente explícitos, pero se salvan por lo que se lee en ellos. Escritor autobiográfico como el que más, Henry Miller usa en Primavera negra, quizás para neutralizar a quienes pudieran tildarlo de exagerado o al menos inexacto, este epígrafe de Miguel de Unamuno:
¿Soy como yo creo ser o como los demás creen que soy? Aquí es donde estas líneas se vuelven una confesión, en presencia de mi yo desconocido e incognoscible, desconocido e incognoscible para mí mismo. Aquí es donde creo la leyenda tras la cual me oculto.
Enrique G de la G apunta en esta nota características varias de los epígrafes. Y si se encuentra uno en la imperiosa necesidad de ponerle un epígrafe a un cuento o a un poema (los hay quienes escriben poemas de cuatro versos con epígrafes de dos líneas, que de todo hay que ver), siempre se puede consultar la Wikiquote en busca de algo atinado y elegante.
Tal vez los epígrafes muestran, como algunos lo hacen, ese camino que inspiró al bardo en su caminar hacia este o aquel texto (poemas sobre todo).
Gracias orge por Letralia y por tu blog… que nos distrae, ulustra, enseña mucho…
es super genial
Los epígrafes sirven para atrapar al lector…y generar una reflexión entre lo que se lee, lo que se piensa y lo que el autor expresa en su texto mas allá del epìgrafe…también es una guia que expresa como llegó la inspiración…
poner mas ejemplo de los epigrafes
estimado maestro:
Entiendo el punto sobre epigrafes en Literatura, de la forma hermosa como los autores lo explican.
Pero estoy leyendo una legislacion aduanera, y algun articulo de la misma lee:
«LOS EPIGRAFES DE LOS ARTICULOS DE ESTE CODIGO SOLO TIENEN UN CARACTER ENUNCIATIVO»
Podria hacerme usted el favor de decirme de que forma interpreta esta expresion si esta leyendo una legislacion?
Le estare sumamente agradecido, pues aunque deberia estar enterado ya de esto, creo que nunca es tarde para aprender.
Eduardo Escobar
El Salvador, C.A.
QUE FOME NO ME AYUDO PARA NADA
el silencio
me encantaro en de Miguel de Unamuno :
• ¿Soy como yo creo ser o como los demás creen que soy?
lo amo me salvo la vida y me hizo recapacitar lo que piienSoo aah qee liinDoo =D
ps no esta bien xq ps no biene bien explicado y no entendi mucho, bueno mas bien me dio flojera leerlo perdon, hay que decir la verdad =(
aparte en tu primer epigrafe no se le eentiende q rayos, es de uno o del otro??????????????????’
bueno espero q no te enojes, pero es la verdad, cuidate=) (en realidad no)
TKM (lo mismo)
ya sabes quien
necesito una crostico con mi nombre
me sirvio pero no de mucho igual me salve para la tarea muchas gracias!
es un tema qe es un apoyo escolar