En Kenia los nómadas también tienen biblioteca. Una biblioteca ambulante, claro, como corresponde con la vida nómada. Está compuesta por varias caravanas, con tres camellos cada una: uno lleva doscientos libros, otro lleva una carpa y el último las pertenencias de los bibliotecarios. Cada caravana recorre unos once kilómetros diarios a través de la provincia Nororiental del país y, cuando consigue un grupo nómada, les deja los libros en préstamo por dos semanas. Se les permite renovar luego el préstamo o cambiar el libro. Es esta una de las estrategias con las que en Kenia se combate el analfabetismo, que aunque para 2002 afectaba sólo al 18% de sus 31 millones de habitantes, en esta provincia se remonta al 82%.
Una biblioteca con jorobas
Categoría: Cromos
pensando locuras: «no deben oler muy bien esos libritos no?…» jejeje
besos Jorge!
Me recordó el bibliobus que tenía la Biblioteca Nacional (¿lo hacen todavía?) y que a veces se convertía en Biblio-curiara para llegar a lugares apartados.
Debe ser más necesaria que nunca en estos momentos porque el gobierno se jacta de que venció el analfabetismo ¿?
Yo me quedé muy preocupada: ¿qué pasa si cuando los bibliotecarios van a retirar el libro, el tipo ya levantó su carpa?
La verdad, Any, no había pensado en ese pequeño detalle… 🙂
Maléfica, en teoría el Bibliobús todavía funciona. Ahora bien, si me preguntas, yo nunca he visto un Bibliobús, salvo en programas del canal del Estado, VTV, que nunca cambia, ni con este ni con los otros gobiernos.
Verónica, la nota original no indica nada al respecto. Supongo que se habrá concebido la idea pensando que quienes levantan la carpa aprovecharán bien el «botín»…