Los detectives salvajes: la película

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“Los detectives salvajes”, de Roberto Bolaño, será llevada al cine

Siempre lo he dicho: las dilatadas escenas de Roberto Bolaño, estiradas como chicle con rodeos pletóricos de acciones alternas que se van añadiendo marginalmente a la acción principal, conversaciones de meticulosa intrascendencia cotidiana y otros recursos que van desde la enumeración de fobias hasta la narración vana de los sueños, son un filón invaluable para el cine.

Afortunadamente hablamos de un filón tan desmesurado que poco tiempo fue necesario para que alguien lo advirtiera. Primero fue Rigola con su 2666 teatral, ahora es el mexicano Carlos Sama quien, tras comprarle los derechos a la agencia de Carmen Balcells en 2004, se ha embarcado en la empresa de hacer la versión cinematográfica de Los detectives salvajes, que empezará a rodarse a finales de este año pero que por ahora está aún en etapa de preproducción, aunque desde ya el director se ha sabido rodear con asesores de postín:

Nos juntamos con Juan Villoro, no sólo por la amistad con Bolaño, sino con Mario Santiago, que es un gran personaje, que en la realidad era más contestatario y brutal que el Ulises Lima de la novela. A los «Infras» se les conocía mucho por sus happenings, de los cuales en la novela se intuyen, pero no explicitan, y yo sí he puesto un par de ellos en la película, porque me parece que cinematográficamente estas acciones ayudan a entender más quiénes son estos personajes y el movimiento mismo. También he hablado con Carla Rippey, que es la pintora Catalina O’Hara en la novela, que era una de las mejores amigas de Bolaño desde los ’70; además de José Peguero, Guadalupe Ochoa y el inspirador de Piel Divina.

El guión es de Luis Felipe Fabre, Arcadi Palerm y el mismo Sama, quien deja entrever que Gael García Bernal podría interpretar a Arturo Belano. A Enrique Vila-Matas no le ha gustado mucho la idea:

Creo que es un engorro que pasen las obras de Bolaño al cine. Los detectives salvajes es pura literatura. Debería quedarse tal como está, como literatura. Al menos durante un tiempo. Como mínimo hasta que hubiera pasado de largo esa moda de confundir a Bolaño con James Dean.

Sama ha sabido vadear la oposición de Vila-Matas con humor y buena disposición a sabiendas de que la novela, así como toda la obra de Bolaño, entra en el rango de esas grandes obras, imperfectas, torrenciales, las que abren camino en lo desconocido.

Un detalle: la película al parecer obviará la monumental digresión que ocupa la mayor parte de la novela. Así lo explica Sama:

La novela está afincada en el norte de México, que es un lugar muy particular. Ahora la belleza del desierto de Atacama es una locura, pero como aparecen muchos pueblos mexicanos, debemos filmar acá y en el DF. En mi edición de la película que se puede desprender de la novela, no pretendo llevar todos los lugares del libro, que serían entre otros, Francia, Israel, España, África. ¡Sería una locura de cinco películas de dos horas! Por eso tomé de la novela, la primera y la última parte, respetando su estructura.

Así que no veremos, por ejemplo, el intento de secuestro de Octavio Paz, el duelo entre Belano y Echavarne, la historia del abogado Xosé Lendoiro ni la aventura africana de Belano. Pero por otro lado esto significa que la puerta queda abierta para imaginar más películas exprimidas del tuétano de Los detectives. ¿Qué películas harían ustedes?

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5 thoughts on “Los detectives salvajes: la película

  1. De pie por Bolaño. Asusta que lo suban al cine. Siempre algo queda perdido en el camino cuando la literatura pasa al cine. Me temo, como Vila-Matas, que por la misma abundancia de elementos de los txt de Bolaño, sobresalga la epidermis. A veces deseo que el cine tome una porción de una historia y cree la propia, por otro camino, explorando un desfiladero distinto. Eso me gustaría más. Pero a veces deseo demasiadas cosas y, como siempre, obtengo poco.

  2. No sé hasta qué punto hacer la obra de Bolaño cine o teatro sea conveniente. Económicamente, por supuesto, pero si lo que se quiere es rendir cierto homenaje, realizin un flaco favor. Bolaño es literatura, ni imágenes, ni actos, sino pensamientos, divagaciones, razones, argumentos y todo lo contrario a estos. No sé hasta qué punto esto sea un aporte, más bien creo que es un retroceso, en donde no se ha captado prácticamente la esencia de la obra de Bolaño y de la literatura en general: la forma.

  3. Lo mas tetrico del asunto es la sugerencia de Gael Garcia para encarnar a Belano. Quien sera a Ulises Lima? Yo se como es Mario Santiago. Es igual a un tipo que vende cuchillos y golosinas en los micros. Tiene cierto retraso mental y esta un poco calvo. Perto no se puede pedir mas a alguien que recorre el basurero permanentemente.
    Si Sama se toma en serio su trabajo deberia enfermar y morir. Por otro lado esto no es un homenaje, ni un tributo ni nada de eso. Esto es por la misma razon por la cual en los datos biograficos que destilan las ediciones gringas sobre Bolaño este es un heroinomano fatal, o por la misma razon que se que el hijo de Bolaño tiene una banda de rock que se llama Asfalto Blanco, o que conozco el pueblo donde vivio de niño o el colegio donde estudio antes de marchar a Mexico.
    Es la forma del vacio en los detalles de una historia que muestra ruinas, de un viento largo y lento que amontona polvo.

  4. En la toma final de la película, estaremos o enojados o llanamente desilusionados.
    Si se adapta la obra de Bolaño (o de cualquiera, pero especialmente de Bolaño), espero ver en la pantalla buena parte de la visión del director.
    Yo ya tengo la mía, y no quisiera ver la visión de un intento-de-Bolaño artificial.

    Indudablemente la veré más de una vez y extrañaré las imagenes que ya tengo dibujadas, pero bueh… No podemos dirigir todos.

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