Vista bajo nuestra perspectiva, la carrera de casi cualquier militar del siglo XIX sería fácilmente calificada de meteórica. Eran tiempos violentos y el valor era premiado de manera hiperbólica. Joaquín Crespo, por ejemplo, se inició en las armas a los 16 años, a los 24 era diputado y a los 30 ya se había convertido en general, bajo el ala protectora de Guzmán Blanco. Tenía 43 años cuando asumió la Presidencia de Venezuela por primera vez y 51 la segunda. Cuando murió, atravesado por una bala que aún no se sabe con certeza de dónde provino, no había cumplido los 57 años.
El cadáver de Crespo fue embalsamado y sepultado en un mausoleo en el Cementerio General del Sur, un camposanto centenario que es frecuente hallar en la prensa venezolana como escenario de horrores, no precisamente del mundo de los muertos, sino de los vivos. En 1997, José Roberto Duque realizó una investigación tras descubrirse que los restos de Crespo no estaban donde debían estar:
Arriba, en la sala principal, puede verse el lugar de reposo de Ana Jacinta Crespo de Capriles, justo al lado de una escalera que comunica con la bóveda que contiene o debería contener los restos de Joaquín Crespo. Varias huellas pueden verse entre la escalera y el resto del mosaico que adorna el piso. ¿No debería permanecer intransitado el sagrado recinto del ex presidente? También puede verse un envase desechable de refresco, quizá lanzado desde afuera. Las simples sospechas quedan en segundo plano ante los testimonios directos, manidos y antiguos: frente a la tumba de Joaquín Crespo y su esposa han tenido lugar rituales de todo tenor, y durante muchos años los pies del general estuvieron expuestos a la intemperie.
Duque vio desmadejado el acertijo de forma inesperada: el cuerpo estaba en manos de la División de Medicina Legal de la Policía Técnica Judicial. Los familiares de Crespo y el Instituto de Patrimonio Cultural (IPC) habían solicitado en 1996 la intervención del organismo para resguardar los restos del ex presidente, que habían sido saqueados. El periódico que publicó el reportaje de Duque recibió días después una carta de protesta, de tono muy burocrático, del IPC. En 1998, al cumplirse 100 años de la muerte de Crespo, su cadáver fue restituido en un acto especial con la presencia del presidente Rafael Caldera.
Duque no cuenta si ha tenido chance de pasar por el mausoleo a ver cómo sigue Crespo.
bien macabra la cosa! saludos!
De niña al visitar la tumba de mi abuelo era obligado casi que una pasada por el mausoleo de Crespo. La imaginación se activaba demasiado al pensar en el presidente embalsamado en su urna de vidrio. Es el mauseleo más grande del cementerio. Este junto con otros son realmente obras arquitectónicas hermosas que merecen un mejor cuidado. Y este siendo el un ex-presidente debería tener algún tipo de vigilancia especial. Pero como todo en nuestro magullado país, el Cementerio General del Sur es un patrimonio que se pierde por la inercia de la desidia. Ni los muertos pueden estar muertos bien.
Hola viejo qué tal? Desde mi regreso no te he contactado y la verdad es que no tengo excusa… discúlpame…
Bueno, la presente carta es para invitarte e invitar a todos los amigos a que me escriban lo que para ellos sería el o los libros para comprar y leer esta navidad. No hay premio, lo siento pero agradecería que influyeran porque estoy haciendo un artículo sobre los libros más recomendables para estas navidades… Ojo, no se vale política…
RR, macabra es poco. Pero interesante, en fin.
Kira, supongo que Crespo carece de la suficiente alcurnia histórica en el imaginario impuesto en nuestra atropellada contemporaneidad. Por eso haré como Haro Tecglen, le donaré mi cuerpo a la ciencia y así le ahorro gastos e incomodidades a familiares y panas.
Carmelo, no dejes de comprar 2666. Y comparte esa lista cuando la tengas lista.
Qué va, Jorge, no volví a pasar por allí. Sin embargo, creo recordar que el mausoleo fue reinaugurado y «puesto pachuco» en el 99, quizá en el 2000, y que ya el General yace en digno catafalco. Pero ni un solo testimonio directo. A lo mejor me animo o busco una excusa y voy a ver qué tal.
ME PARECE MUY BUENO POR QUE NOS ENSEÑA MUCHAS COSAS A NOSOTROS LOS NIÑOS DE MI EDAD ESTOY EN EL 6 GRADO Y TENGO 12 AÑOS DE EDAD Y ESTOY MUY CONTENTA DE QUE EL COLEGIO OSWALDO GUAYASAMIN POR ENSEÑARME TODO LO QUE SE ……………………………
Yo baje hace 2 meses a la cripta de los crespo,se pueden ver 3 urnas,2 gigantes de cristal en el cual se pueden ver la de el y su mujer,de lado izquierdo una 3ra urna tapada con una pared de vidrio ya quebrada por bandidos,pueden ir,ver y deunciar el mal estado,huele muy mal!!
OYE DE niña siempre recuerdo ir al cementerio con mi madre y pasabamos por la capilla de crespo asi le llamo yo, anteriormente era bonito pasar por alli y ponerse a ver desde afuera tan importante monumento, pero en estos ultimos años eso esta muy descuidado yo voy al cementerio una vez al mes, mas o menos y eso esta sin vigilancia, todo abandonado y ademas se meten los malechores hacer de las suyas, lo unico q queda decir sera q dios los perdone!! xq no respetan ni a los difuntos imaginate si eso lo hacen con ese mausoleo ¿que queda para las demas tumbas de este inmenso cementerio??????????????