Fraudes hay en todos lados, y a veces uno se sorprende de cuánto se parecen sus autores. Es el caso de los song-poems, una industria discográfica paralela que graba canciones originales de cualquier hijo de vecino, asegurándole que el tema tiene madera para convertirse en un superéxito que se escuchará en todas las emisoras de costa a costa de Estados Unidos. Por supuesto, el servicio apenas le costará unas monedas al esperanzado autor.
Pues bien: no importa cómo sea el poema, pronto recibirá como respuesta anunciando que tiene enormes posibilidades, y que por una módica cantidad (que oscila entre 200 y 400 euros y que afirman, sólo cubre una pequeña parte del coste de la aventura), se encargarán de ponerle música, grabarla en un estudio y promocionarla convenientemente. Huelga decir que estas empresas, depredadoras de las ilusiones de estos poetas frustrados, componen la música y graban las canciones como churros, envían la cinta de casete o el CD a su autor, y se desentienden de ella. Se estima que alrededor de doscientas mil canciones se han grabado bajo este singular modelo de negocio en su siglo de existencia, y ninguna ha logrado convertirse en un éxito.
¿Verdad que este modus operandi se parece mucho a otro que ya conocemos por estos lares? No me canso de decírselo a los amigos: si quieren invertir dinero en la construcción de su carrera literaria (o en general en cualquier arte), inviértanlo comprando una mejor computadora, pagándose un viaje que les traiga mil experiencias extraordinarias, emborrachándose hasta llegar a la más sórdida instancia subhumana. Ah, compren también algunos libros. Cualquier cosa, excepto ir detrás de editores fraudulentos que viven de engatusar incautos.
No estoy muy enterado de esto, pero creo entender que dices que hay empresas que hacen tontos a los petas haciendoles creer que podran convertisre en grande sescritores de canciones poeticas…
Quiza no venga a tema, pero me recordó a Ricardo Arjona (no sé si sepas de él) pero no me gusta… quizá a algunos sí, pero siento que sus canciones son poemas vulgares y corrientes, para el vulgo pues… no lo tolero, y menos a la gente que dice que es un gran poeta…
He escuchado mejores letras en otras canciones que nisiquiera tiene tintes de poema.
Jorge, sospecho que tu cabeza tendrá un alto precio para las mafias de concursos fraudulentos, porque les has hecho la más frontal de las guerras. Si hay alguien que cae en esa trampa es porque, como los apostadores de bolitas que se pierden en vasitos, siente un inmenso placer en ver cómo lo estafan. Si mueres en extrañas circunstancias, no me callaré jamás, caro amigo. Ni tu nombre ni tu gesta quedarán en el olvido. Llegaré hasta las últimas consecuencias. Lo juro. 🙂