Tópicos en los discursos

Compártelo en tus redes:

“El Senado escucha”, de William Gropper 

  • Empezar con un chiste porque así lo viste en la tele.
  • Evitar decir chistes porque así lo hacen en la tele.
  • Empezar con una frase aquíreunidos: “Estamos aquí reunidos hoy para…”.
  • Empezar con una pregunta quétepuedodecir: “¿Qué se puede decir de nuestro homenajeado..?”.
  • Empezar con una referencia inmemorial: “Desde tiempos inmemoriales…”.
  • Mover las manos histriónicamente para no parecer demasiado rígido.
  • Alzar la voz histriónicamente para no parecer demasiado monótono.
  • Usar palabras y giros que nunca usarías ante tus colegas.
  • Usar epítetos como “honorable” y “respetable” al dirigirte a gente a la que realmente desprecias.
  • Acordarte de que no te has arreglado la corbata justo cuando te paras ante el público.
  • Usar corbata.
  • Pronunciar, con diferencias enfáticas, letras como la ve y la zeta.

Si te gustó esta nota, quizás te gusten también estas:

Compártelo en tus redes:

4 thoughts on “Tópicos en los discursos

  1. MEOLLO DISCURSIVO
    Intenso, porque es la realidad misma.
    Divertido, por los contrastes que pone de manifiesto.
    En cuanto a bondades, hay tópicos en el principio de discursos ricos por su contenido.
    En cuanto a maldades, se dan originalidades seguidas de la máxima expresión del vacío.
    Un tópico, aún hay gentes que practican ofreciendo discursos, cuando ya apenas escucha nadie.
    Otro tópico aún peor, mantener los discursos cuando ralea el discurso mental.
    Abogo por incrementar el discurso imaginario que todos llevamos dentro, fuente de proyectos creativos y de realidades personales.
    Saludos cordiales.

  2. Jorge, te faltó la manía contemporánea de subrayar el género de los objetos, de las profesiones, de las personas y de todo cuanto existe en el planeta Tierra. En los discursos pronunciados en este momento no faltan los pedagogos y pedagogas, las pediatras y los pediatros, los podólogos y las podólogas, los psiquiatros y psiquiatras, los mexicanos y las mexicanas, los policíos y las policías, los indigentes y las indigentas… Odio esta distinción absurda que no hace sino complicar las cosas entre los humanos y hacerle caso a esos idiotas que no entienden que en gramática el género no tiene nada que ver con sexo.

    Jorge, mucho fundamento.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

cuatro × 2 =

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.