Maroa, la más reciente película de Solveig Hoogesteijn, se estrenó el pasado 14 de julio. El 15 en la mañana, Solveig salió a comprar el pan y en la esquina se consiguió un vendedor de DVDs piratas que tenía, entre los estrenos calientes de la semana, ese filme que ocupó los insomnios de la cineasta durante los últimos tres años.
En una entrevista que publicó anteayer el diario Últimas Noticias, Solveig drena su justificada indignación ante una situación que califica (y es hasta amable) de muy triste.
Me gustaría hacer un llamado a los señores piratas a que tengan en cuenta que esta es una película venezolana hecha por técnicos y actores venezolanos, financiada por el Estado venezolano, para que nos den una tregua de cuatro semanas. Como ellos, quienes trabajamos en la película debemos pagar la escuela de nuestros hijos, un alquiler o mantener una familia. Permítannos disfrutar del producto de nuestro trabajo.
La verdad es que dudo que los «señores piratas» le hagan caso a Solveig. Nos hemos vuelto un país de mercenarios, en el que consideraciones como la escuela, el alquiler o la familia del prójimo no son obstáculo para el pillaje. Sin tener pruebas al respecto me atrevería a afirmar que Maroa está en la calle hace mucho, aunque Solveig sólo se dio cuenta de ello hasta el día siguiente del estreno. Supongo que quienes pudieron acceder a las primeras copias del filme tendrían muchas preguntas que contestarle a Solveig si ella pudiera mover las instancias necesarias para hacérselas.
Durante los días posteriores al estreno de Maroa, el teléfono de Solveig no dejó de sonar: los amigos reportaban haber visto copias de la película en varios puestos de buhoneros de Caracas. Considerándome amigo en la distancia hago lo propio: Solveig, en Cagua (y seguramente en todo el país) también se consigue, como puedes ver en la foto. La película está en uno de esos DVDs «5 en 1» junto con El despertar del diablo, Cuando un extraño llama, Superman returns y, muy asertivamente, Piratas del Caribe.
Temí que eso fuera a ocurrir!! La escuché en el programa de Pedro Penzini Fleury en 99.9 a las 5 pm, me pareció una mujer encantadora, llena de fe, tanto en lo logrado como en lo que pensaba transmitir con la película. Yo que veo (y critico) cine Venezolano desde Macho y Hembra (Salve Elba Escobar!), LAMENTO LA INDIFERENCIA ANTE LA PIRATERÍA DE PELÍCULAS, SOBRE TODO VENEZOLANAS!!. ¿Cómo va a resurgir el cine venezolano, si no permiten que obtenga frutos?- LEY, LEY Y SANCIÓN CONTRA LOS PIRATAS, SI NO HAY SANCIÓN SE VUELVE HÁBITO, COSTUMBRE Y ANARQUIA. LA INDIFERENCIA ANTE EL DELITO CASI OBLIGA A QUE SE REPITA…
NOTA: Por mi parte Juré verla sólo en cine.. Bravo Solveig…