Barack Obama, nativo de Honolulú, se lanzó a la Presidencia de Estados Unidos. Hijo de un keniano y una estadounidense, Obama es el único senador negro en el actual período y apenas el quinto en la historia de su país. Claro que la cosa no se la pondrán tan fácil: primero tiene que vencer a Hillary Clinton en las primarias del Partido Demócrata.
Obama tiene una formación variopinta como su origen. De niño vivió en Yakarta durante algún tiempo, cuando su madre se casó en segundas nupcias con un indonesio. Más tarde regresó a Honolulú, donde transcurrió su adolescencia y probó marihuana y cocaína. Luego se mudó a California; estudió en Columbia y Harvard y dio clases de derecho constitucional en Chicago hasta que en 2004 fue electo senador.
En lo personal, creo que aún está lejos el día en que Estados Unidos elija a un negro como presidente, y menos si su apellido es Obama —que recuerda a Osama— y su segundo nombre es nada menos que Hussein. Difícil también para un latino, pese a las esperanzas de Bill Richardson, quien hasta se dio el tupé de lanzar su primer mensaje en español. O para una mujer, pese a que ésta sea doña Hillary. Pero, en fin, ya todos han empezado a lanzar sus ideas. Incluso Obama tiene un comercial —el que ven aquí al final de esta nota— donde, oh dioses de las campañas, hasta abraza a una viejita.