Mucho antes de que Martin Luther King hablara de su sueño, mucho antes de que Steve Biko fuera asesinado en un retén de Pretoria, un líder negro luchó, a su mucho más discreta manera, contra la segregación racial: Carter Godwin Woodson.
Nacido en New Canton, Virginia, en 1875, e hijo de un esclavo, Woodson recibió en menos de dos años su diploma en la Douglass High School, que dirigiría tres años después. Más tarde se graduó en literatura en el Berea College de Kentucky y en 1912 recibió un Ph.D en historia en Harvard.
Más allá de sus méritos académicos, sus esfuerzos por resaltar el papel del negro en la historia de Estados Unidos le merecieron el reconocimiento de las generaciones. Woodson fundó en 1915 la Asociación para el Estudio de la Vida e Historia Negras y creó publicaciones como el Diario de la Historia Negra, en 1916, y el Boletín Negro, en 1937.
Uno de los elementos más importantes de su legado fue el establecimiento, en 1926, de la Semana de la Historia Negra, en honor al abolicionista negro Frederick Douglass y al presidente Abraham Lincoln, ambos nacidos en febrero. En un principio se realizaba durante la segunda semana de febrero. En 1976, veintiséis años después de la muerte de Woodson, la semana fue extendida a todo el mes. Así, hoy empieza en Estados Unidos el Mes de la Historia Negra, período en el que se desarrollan diversos programas históricos y educativos, así como eventos que conmemoran y realzan las contribuciones de los grandes líderes afroamericanos.
Yo entiendo que existe un racismo con piquete a revés… es tan racista el blanco que segrega al negro como el negro que trata de demostrar (sobre todo a los blancos) que ellos son chéveres. En ambos casos hay racismo. Y la verdad es que no me atrevo a decir cual de los dos es peor.