En menudo zaperoco anda metido Alfredo Bryce Echenique a causa de las repetidas acusaciones de plagio que le han hecho estos días. Ya en julio del año pasado, Herbert Morote había encendido la mecha con las acciones penales que inició contra el escritor por el plagio de su ensayo Pero, ¿tiene el Perú salvación?, y Bryce Echenique dijo que él no necesitaba plagiar a nadie, faltaba más.
El domingo pasado, El Comercio publicó el artículo “Potencias sin poder”, firmado por el autor de La amigdalitis de Tarzán. El martes 20, apareció en el mismo diario una carta del embajador Oswaldo de Rivero donde se aclaraba que era él, y no Bryce, el autor del artículo. El diario, además de publicar la carta, quitó el nombre del escritor y lo sustituyó por el del embajador. Como debe ser. También difundió la defensa de Bryce, que le echa la culpa a su secretaria. Por eso es que yo no tengo secretaria.
El problema es que luego surgieron nuevas acusaciones. Peru21 cuenta en esta nota tres casos más en los que artículos de otros autores fueron plagiados por Bryce Echenique, y después salieron otros: en total van ocho. Para enterarse bien de la cosa basta con leer las notas que Gustavo Faverón le ha dedicado al tema: esta, esta, esta y esta. Gustavo, además de recordar que Bryce es un autor realmente prolífico, sostiene que el precedente de las acusaciones de Morote el año pasado haría presuponer que el escritor estaría ahora más pendiente de sus cosas:
…el que Bryce se viera sometido en julio pasado al escándalo de la primera acusación, hace aun más inverosímil que haya perpetrado voluntariamente los otros tres, que se produjeron entre octubre y diciembre últimos.
Por ello, hay quienes hablan de la posible contratación de escritores que hubieran hecho para Bryce el trabajo de escribir estos artículos de corto aliento, y que, en vez de cumplir su tarea, habrían simplemente tijereteado los textos de otros y se los habrían entregado a Bryce o a su secretaria como propios. No es nada inusual que ciertas personas recurran a los oficios de terceros para escribir textos circunstanciales.
Si alguien me preguntara al respecto, yo respondería que me parece bien extraño que de pronto un escritor de renombre empiece a comportarse como cleptómano, dejando un montón de plagios regados por allí. De paso, un escritor que tiene una obra que lo defiende a capa y espada. Como Cela, pues.
Bueno, reconozco que eso último fue un comentario rebosante de sarcasmo.
mosca, por ahí andan también algunos plagiarios de renombre en la blogosfera.
Este mundo de las letras es pantanoso.
Pronto empezaré a escribir y firmar como JorgeLetralia… y tus lectores ni se darán cuenta.
Este señor solo sigue pensando que los lectores del subdesarrollo son tontos, o se ha olvidado de que existe internet. Un poquito de investigación de su parte, si en verdad le está dando SU trabajo a otros no le vendría mal, amén de aprender a usar sinónimos para disimular, digo. Saludos!
Pues no tendrían nada de raro estos comportamientos cletómanos ni el uso de negros… Es más, apuesto por ellos.
Si algún día los negros salieran de la oscuridad…
El uso de negros por autores de renombre está bastante extendido, según he podido saber. Incluso Javier Marías se extendió bastante sobre el tema en una de sus novelas.
Saludos.