No le había hecho mucho caso a todo el asunto de Second Life hasta que el Cervantes anunció que había creado su sede virtual en esa suerte de mundo paralelo. La idea de asistir a conferencias y otras actividades por esa vía me atrajo de inmediato… pero nada.
El gran problema de Second Life es que más que una computadora requiere una gandola para funcionar. Pese a que los requerimientos básicos están cubiertos por mi máquina, fue imposible entrar, así que me conformé con ver el bonito video con que presentan la sede en SL, con un Quijote galáctico, medio C3PO él, que entra a exposiciones, revisa la biblioteca y vuela alrededor del edificio de la institución.
Una de las tomas finales del video muestra al Quijote revisando la excelente edición crítica de El ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha que en versión digital mantiene en línea el Cervantes, a la que corresponde la imagen que encabeza esta nota. Toda una reivindicación a la escena de la novela en que don Alonso entra a una imprenta en Barcelona donde se está corrigiendo una edición de la versión de Avellaneda:
—Ya yo tengo noticia deste libro —dijo don Quijote—, y en verdad y en mi conciencia que pensé que ya estaba quemado y hecho polvos por impertinente; pero su San Martín se le llegará como a cada puerco, que las historias fingidas tanto tienen de buenas y de deleitables cuanto se llegan a la verdad o la semejanza della, y las verdaderas tanto son mejores cuanto son más verdaderas.
Todo muy friqui, sí señor.
muy friky y muy «being john malckovich» no?
jejejeje o tal vez son las drogas…
Second life, ay!! de mi segunda vida..
anónima como la verdad
Entré a 2nd life, no le veo la nota… Pero si està Cervantes..
A quien le pueda interesar: Sé cual es el lugar de la Mancha del Quijote, puedo demostrarlo de forma matemática (Cervantes da dos veces el eje de coordenadas en el texto de su libro), se trata pues de la única y verdadera aldea de Sancho. He escrito un libro, “Escrito con la zurda”, donde se esconden las claves necesarias para descubrir el verdadero y único lugar de la Mancha al que se refería Cervantes con su “de cuyo nombre no quiero acordarme” o “que no le saldrá en la vida” del romance “El Amante apaleado“, mediante cuatro sistemas: hieroglíficos, anagramas, profecías y lógica de la orientación con respecto a Puerto Lapice deducida del texto quijotil. Esto es sólo una parte, pues también la identidad de Avellaneda queda descubierta, y, lo que es más importante, un método para desentrañar frases ocultas de Cervantes en algunos párrafos de sus obras. Comprendo que lo dicho puede resultar extraño e increíble pero es absolutamente cierto y demostrable. El descubrimiento de estos enigmas me ha llevado tres años de trabajos y a escribir este mi primer y único libro que esconde un autentico tesoro literario: la existencia de formas ocultas en la obra de Cervantes, especialmente en el Quijote, algo que ha permanecido oculto durante 400 años y que ahora sale a luz. Quisiera ser tomado en serio y no es mi propósito tomar el pelo a nadie ni exponer teorías fantasiosas, repito que todo lo dicho es matemáticamente demostrable, y que de la lectura del libro se puede llegar a conocer el nombre de la aldea del Quijote, un pueblo nunca antes mencionado ni como sospechoso. Con todo, el libro oculta nuevamente dicho nombre, dejando que sea el lector avizor el que destape tal misterio si sigue las indicaciones y tiene un buen mapa de la zona o es conocedor de la Mancha. La identidad de Avellaneda, basada en la hipótesis de J. L. Pérez López, queda plenamente confirmada mediante la utilización del método descrito en el libro, aquí no se oculta nada, se dice clara y abiertamente quienes están implicados en el apócrifo y por qué. Todo esto puede sonar a vieja cantinela de los misterios de Cervantes y la cantidad de orates que ha generado, como Benjumea, Estrada, Atanasio Rivero y otros, de ellos también se habla en el libro, pero lo sorprendente es que en este caso se trata de un estudio serio y riguroso, presentado en forma de novela, con pruebas concluyentes que muestran la existencia de esas formas difíciles correspondientes al mejor manierismo literario y muy de moda en la época de Cervantes, que se sirvió de ellas para plantear adivinanzas sobre el lugar y Avellaneda. Sólo pido algo de credibilidad y también paciencia para leerse el libro. Si se está interesado en más información contactar conmigo en fajunco@hotmail.com