Del 1 al 6 de enero se realizó en el Museo de Bogotá, en el marco de la muestra ¿Estudias o trabajas?, la “Semana de la Pereza”, que no es otra cosa que lo que deja traslucir la expresión: el público tuvo permiso, durante esos días, para permanecer en las instalaciones del museo haraganeando en sofás, camas y otros artefactos perfectos para dedicarse a no hacer nada. Hay hasta videos de la actividad.
La verdad es que no podían escoger fechas más adecuadas para una muestra como esta. Esos días ambiguos, de fin y comienzo de año, en que se da por sentado que todo debe postergarse pues a nadie en su sano juicio se le ocurriría ir a trabajar.
Yo me tomé una semana para pasear en buena compañía y otra para volver a pasear en la no menos buena de mis hijos. En ocasiones le preguntaba a cualquiera que estuviera cerca: ¿qué será bueno pa’ una picá’e culebra? (un chiste viejo; gallina negra el que no lo conozca).
En fin. Si el Niño viviera, lo habría mandado a Bogotá a que estuviera entre los suyos. El Niño era un viejo vagabundo que se la pasaba recostado a la entrada de la Iglesia de Cagua y famoso por su desapego al trabajo. Un jodedor pasó un día con toda la intención de sacarle la piedra.
—Niño, párate de ahí, anda a trabajar.
—No, viejito —le respondió el Niño—, quién le va a dar trabajo a un vagamundo como yo.
—Yo te doy trabajo, vente pá’la casa pá’que cortes un monte.
—No, chico, yo pá’llá no voy a cortá monte, ¿no ves que no tengo herramientas?
—Tranquilo, Niño, yo tengo las herramientas.
—¡No señor! ¡Qué va! —exclamó, indignado, el Niño—. ¡Yo no trabajo con herramientas prestadas!
(Vía Diario del Viajero).
Donde dice «Hay hasta videos de la actividad»
¿No debería decir: «Hay hasta videos de la inactividad»?
Lo malo es que esas semanas de la pereza pasan, e incorporarse produce aún, mas de lo «mesmo». Un abrazo
La verdad no sé, Eloy… ¿Nunca te has cansado de descansar?
MB, así es… Se malacostumbra uno con demasiada facilidad…
Lo del Niño no tiene nombre… ¡Ese sí es un convencido!
Genial el Niño, claro lo tenía, lo tenía claro, sí.