Ice Stories es un blog colectivo escrito, como su nombre lo indica, desde el hielo. Sus autores son gente como David Ainley, un tipo que lleva más de 25 años trabajando con pingüinos de la Antártida, Kathryn Schaffer, una física que vive en un telescopio en el Polo Sur, o Slawek Tulaczyk y su alumna Nadine Quintana Krupinski, dos expertos en témpanos de hielo. Los posts cuentan, en inglés, cosas como esta:
Hace dos días vimos las primeras ballenas de la estación. Jean estaba parada en el hielo en la playa Arena Negra, y un grupo de pingüinos emperadores salió del agua justo a su derecha. Unos segundos después, ella vio unas ballenas asesinas no muy lejos; más tarde, por el mismo lado, los pingüinos se mantenían en el borde del hielo mientras las ballenas asesinas flotaban unos metros más adelante.
El sitio publica notas llenas de fotos sobre, por ejemplo, mamíferos marinos, zooplancton microscópico o cosas tan peculiares como el baño que usan los científicos, y videos regulares en los que uno puede ver extraños globos de hielo, vehículos para la nieve o pingüinos en su hábitat natural. De este último es la imagen que encabeza esta nota, en la que un pingüino, inocente en su curiosidad, mira fijamente a la cámara durante unos segundos en los que uno casi siente el toque, el vértigo del contacto, casi como si despertáramos de pronto sobre un puente colgante.
Muy interesante y muy refrescante. Pensar que hay personas que viven en lugares tan inhóspitos y, a la vez, fascinantes por amor a la ciencia, debería hacernos reflexionar sobre las miles de frivolidades que suelen jalonar nuestras vidas. Saludos cordiales.