«Obras maestras en veinte tweets o menos» es lo que promete el libro Twitterature, que dos chamos de 19 años, Alexander Aciman y Emmet L. Rensin, han logrado venderle a Penguin Books y que, siguiendo la línea de las estrategias de mercadeo hollywoodenses con que las grandes editoriales promueven ahora sus libros, se está anunciando con un coming soon.
Twitterature mezcla, según afirman con gran pompa sus autores, los dos elementos que definen el alma del hombre contemporáneo: la literatura y… Twitter, la red social en la que todo pensamiento, toda información e incluso toda historia debe caber en 140 caracteres. Claro que esta limitación es insuficiente para la mayoría de las obras maestras, así que Aciman y Rensin proponen los mencionados resúmenes de veinte tweets o menos o, lo que es lo mismo, 2.800 caracteres o menos.
Después de todo, sin importar cuán grandes sean los clásicos, ¿quién tiene tiempo para leer esos libracos? Siguen siendo innegablemente importantes –y en esto están de acuerdo nuestros profesores–, pero Twitter es la nota, lo joven, el todo. Remedio y contrapeso perfecto a esos esotéricos textos que siguen siendo tan vitales para nosotros –y para nuestras calificaciones.
Antes de que se horroricen, recuerden los resúmenes en los libros de literatura, las ediciones resumidas e ilustradas, las memofichas, incluso las píldoras literarias en SMS. No son la obra, son guías y nada más y en ese sentido hacen su trabajo. Independientemente de la validez de deshidratar la literatura, yo suscribo la idea de un amigo de que una buena obra literaria tiene como una de sus principales características que todo su argumento puede resumirse en una frase. O veinte tweets, según el caso.
Dos notas técnicas. La primera es que después de estar algún tiempo reacio, instalé en mi Firefox la extensión TwitterFox y ahora estoy twitteando con absoluta comodidad (pronto estará twitteando, también, Letralia). La segunda, siguiendo con esta nota twitterliteraria, es que mi amigo Luis Alejandro Ordóñez lleva algún tiempo publicando en tweets su novela Gatubellísima. A seguirlo.
Suena tentador, como las historias que se pueden poner en 140 caracteres. He caído en la cuenta que tengo algunas. ¡Vaya que se trata de u nuevo género literario! Muy buen apunte.
Grande Jorge, siempre leo tu blog en mi lector RSS, no sabia que tenias twitter.
Saludos, @masaco
Gracias Jorge por seguir aportando a la literatura, material tan especial con acceso a todo aquel interesado.
Que siempre hemos de necesitar una guía para sobrevivir hoy, con la tecnología de hoy para no quedarnos atrás.
Interesante, sí, aunque igualmente los resúmenes de novela siempre me han parecido una aberración en su concepto. Además para que los chamos pasen los exámenes, ¿qué sentido tienen? En la litearura es todo o nada ¿no?
Qué cosa, estoy chapada a la antigua. No utilizo Twitter, todavía estoy en Facebook!