Con el cuento ocurre algo curioso: es un género muy concurrido, del que por lo general abrevan en primera instancia los novelistas, pero las editoriales suelen ser pacatas en su difusión. Lo publican poco y en su mayoría como antologías, una manera de meter a muchos cuentistas en un mismo saco y evitar el embarazo de publicar un buen libro de cuentos a un solo autor, que para eso hay novelistas hasta para regalar, diría el jefe de mercadeo, que nunca leyó el sermón de Cortázar sobre el nocaut y los puntos y si lo leyó no lo entendió, y si lo entendió simplemente es de los que piensan que el cuentista es el cuarentón que vive con su mamá.
Claro que hay honrosas excepciones. Caso Páginas de Espuma, editorial que le ha abierto un nicho al género allá en las Hispanias. Una de las firmas de este sello es nuestro Juan Carlos Méndez Guédez, cuyo Hasta luego, míster Salinger apareció el año pasado y del que ya hablé por aquí.
Este jueves a las 4:45 de la tarde, JC estará en París leyendo algunos de sus relatos junto con Fernando Iwasaki y Andrés Neuman, otros autores del catálogo de Páginas de Espuma, en la sesión final del coloquio internacional «Vivir del cuento; el cuento hispanoamericano contemporáneo» que organiza la Sorbona y que empieza mañana. Al terminar la lectura hablarán sobre el género con el público y todo el evento podrá ser seguido en directo. Por cierto que Gustavo Guerrero, nuestro reciente premio Anagrama de ensayo, estará también en estas jornadas, hablando del cuento latinoamericano actual. Por alguna razón el programa en PDF de la actividad ya no está disponible, pero los curiosos siempre encuentran manera de leer estas cosas.