Delia Domínguez, Carmen Berenguer, Omar Lara, Óscar Hanh, Efraín Barquero, Patricio Manns, Claudio Bertoni y Eugenia Brito son algunos de los nombres que más suenan para el Premio Nacional de Literatura de Chile, uno de los más polémicos del continente como bien puede corroborarlo quien lea las referencias al tema en la avenida Fechado en Panamá de Rolando Gabrielli.
El sábado, Alejandro Lavquén publicó esta nota sobre el codiciado galardón, en la que de paso adelanta que el favorito es Manns (en la foto), y la verdad es que es gracioso cuánto se parece la fauna literaria en todos nuestros países.
Los candidatos deben ser presentados por alguna entidad o persona natural. También puede hacerlo personalmente el interesado. Total, en el pedir no hay engaño. Y en ese sentido, el pudor no es una virtud en el noventa por ciento de los escritores cuando de premios se trata. A los cinco jurados se les entrega un mamotreto con el currículum de cada candidato, que contiene documentos de prensa, crítica académica, fotos con autoridades, etcétera. Alguien me comentaba que, en una ocasión, un candidato incluyó las cartas de amor de su novia, donde ésta le decía que era el mejor poeta del mundo. El premio da para todo. Pero al parecer las famosas cartas no entusiasmaron al jurado, pues sólo aceptaban crítica especializada. Ah, y algo muy importante, junto al currículum se puede anexar (es optativo) una caja con las obras completas del autor. Claro que esto el jurado podría interpretarlo como una acusación de ignorancia. Si usted es candidato (o tiene la tentación de serlo), piense bien si incluir la caja de libros. El asunto de los libros me recuerda a un poeta del norte, que en la solapa de un cuadernillo decía haber escrito 423 libros de poemas. Creyendo que la información de la solapa era errónea, y por curiosidad, me acerqué al poeta y le pregunté ¿Señor, veo que usted ha escrito muchos libros? Sí, me respondió, pero en la solapa hay un error, en realidad son 425.
Ah, los poetas numerólogos, esos que llevan la cuenta de los poemas que han escrito. Son los mejores.
Lo complicado es cuando empiezan a caer con los camiones cargados de papel. Si tomás el texto y lo forzás un poco, está a buen paso de un relato de no-ficción. Ya es una buena nota periodística.
Tal como afirmas, Jorge, esa fauna o gremio se parece mucho en todo el mundo, la verdad, no deja de ser curiosos y gracioso… y lo de las cartas de amor, la verdad es que es genial.