Alberto, de cuyas letras suelo fiarme, comenta en su bitácora sobre la iniciativa de un alienado que invita a una «marcha del orgullo masculino» que se realizaría este domingo 20 de marzo (tienen hasta una página web, pero no la enlazo por eso que llaman pena ajena) y, cómo no, sería la expresión dolorida del macho afectado por la discriminación feminista.
Si usted lee el sitio de los organizadores de la marcha, los verá tropezarse con sus propias peroratas, tan largos como carentes de inteligencia (la que dedican al crítico Fernando García Ramírez, quien los demolió en sólo dos párrafos en un número reciente de Letras Libres, es para desear la abolición del género masculino).
La nota de García Ramírez a la que hace referencia Alberto (hay que registrarse para leerla, pero seguramente muchos de ustedes ya lo hicieron) cita esta perla del organizador de la marcha, un tipejo de apellido Da Firenze:
«¿Por qué a la mujer se le vetó por mucho tiempo de estudiar y del poder? Porque los hombres descubrieron que eran más peligrosas y tuvimos que defendernos y nos vimos obligados, por supervivencia del género masculino, a sojuzgar a las mujeres».
Deporte sí drogas no, Da Firenze, déjate de bolserías y no nos ayudes. Tipos como este son los que le dan tan mala fama al género masculino.
en montevideo tenemos el movimiento de liberacion masculina con actividad hace unos quince años y muchos intentos para convertirse en una opcion politica en las elecciones nacionales. lo creó y lo conduce el eterno estudiante de sicologia omar freire, al que tengo el gusto de conocer. el es un vendedor ambulante, autodidacta en casi toda su formacion al que no han dejado recibirse en la factultad a pesar de su buen desempeño. un verdadero personaje del underground local que desafio a la chicciolina – cuando ella estuvo en estas tierras – a hacer el amor en un colchon en el estadio centenario con entradas populares a beneficio de los pobres, mas alla de lo exentrico puedo asegurarle que tiene unas bases filosoficas bien interesantes