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Un verbo llamado google

Publicada el viernes 7 de julio de 2006 por Jorge Gómez Jiménez
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GoogleandoEl verbo transitivo to google ha sido incluido en el Merrian-Webster Collegiate Dictionary apenas a cinco años de haberse verificado su primera aparición en un medio de habla inglesa. Aunque esta nota de Reuters dice que este medio fue el New York Post, basta poner en práctica el verbo googlear para darse cuenta de que fue en realidad el Telegraph Herald, de Dubuque, una pequeña ciudad de Iowa con 58.000 habitantes. Pero lo que no menciona la nota de Reuters —la misma que ahora reproducen como loritos todos los diarios de habla hispana— es el contexto en el que el verbo apareció: la búsqueda de información sobre una potencial pareja.

En Estados Unidos y en general en los países desarrollados, que tienen en línea amplios volúmenes de información menuda (entre nosotros se ve, aunque por supuesto en menor medida), se ha vuelto una regla. Al conocer a un buen prospecto, los jóvenes lo googlean: buscan en Google cualquier referencia a la chica o chico a quien se tiene en la mira. Esta práctica, que es analizada en profundidad en esta nota, también es llamada “espionaje interpersonal”, y evidencia entre otras cosas cómo la hiperindexación que Google nos pone en bandeja de plata ha influido en la sociedad contemporánea.

El verbo to google ya era usado previamente, por otra parte, como un término deportivo relacionado con cierta jugada en el rugby y como sinónimo de ser sorprendido. En su acepción de realizar una búsqueda de información en Internet, el verbo es usado de hecho desde hace tiempo en todos los idiomas en los que existe una versión de Google. Por ejemplo, en croata es googlati o guglati; en francés, googler o gougler; en japonés, ã‚°ã‚°ã‚‹, cosa extrañísima que ha de pronunciarse guguru. No es que yo hable todos esos idiomas: pueden ver varias traducciones en la entrada de Google en la Wikipedia de habla inglesa. Y, aunque el Merrian-Webster no lo diga, el primer uso público del verbo pudo ser el aplicado por Dirk-Willem van Gulik el 24 de noviembre de 1999.

Una nota curiosa para el final. Fue la columnista Amy Gilligan, del periódico de Dubuque ya mencionado, la autora de “El googleo es lo último en citas”, el artículo que hoy se reconoce como la primera aparición impresa del verbo to google, y del que extrañamente no hallé pistas en la red. Gilligan escribió:

Si estás googleando a tus prospectos, una palabra de precaución: no saques conclusiones apresuradas sólo porque Google diga que ella asesinó a 50 personas.

¿Por qué ponía la buena de Amy este ejemplo? Googléenla y verán.

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Categoría: Infómanos

1 comentario en «Un verbo llamado google»

  1. LuisCarlos dice:
    viernes 7 de julio de 2006 a las 7:29 pm

    jajajajaja… los editores por aquí no se lo creen. Tendrán que esperar a que baje del sacrosanto diccionario de la real academia española.
    Mientras tanto, amigo.
    Yo soy un no-googleado. Desde hace más de un mes si buscas periodismo de paz no aparece en google, lo desaparecieron, cuando era el primero al que hacía referencia.
    ¿Habrá algún insulto para hackers de buscadores?
    1010000011010101001011111001000111011, y su madre!!
    (un no-googleable)

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Mi nombre es Jorge Gómez Jiménez. Soy escritor y edito desde 1996 la revista literaria Letralia, Tierra de Letras.

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