El sábado, la revista Semana publicó esta lista en la que se reúnen las cien mejores novelas en español de los últimos veinticinco años, una manera de la reconocida publicación para celebrar tanto sus veinticinco años de vida como la circunstancia especial de que se está realizando a partir de hoy el IV Congreso Internacional de la Lengua Española. La lista, según dice el artículo, fue preparada por 81 expertos (escritores, editores, críticos literarios y otros) y puede ser revisada tanto en la versión impresa de Semana como en la digital.
En el primer lugar de la lista aparece, como uno podría esperar, El amor en los tiempos del cólera, de García Márquez. Le siguen en los primeros puestos La fiesta del Chivo, de Vargas Llosa, Los detectives salvajes y 2666, de Bolaño, y Noticias del imperio, de Fernando del Paso.
¿Ya la vieron? Pues pasen a la segunda página de la lista y vean qué novela se encuentra en el puesto 32.
El rastro fue una novela-divertimento que escribí, a manera de ejercicio, en 1993, a lo largo de tres meses. Ya había escrito antes otra novela, Los títeres, que años después sería publicada por esta gente incansable de Baile del Sol. Pero estaba insatisfecho con sus escasas cincuenta páginas y, cosas de la edad, quería escribir algo enorme. Ya saben, algo donde uno pueda decirlo todo. Y así salió El rastro, doscientas páginas escritas en sesiones de dos horas entre las 7 y las 9 de la mañana que narran las aventuras de Rodolfo Cal, un escritor con un pie en Caracas y el otro en Cagua. Algo así como para que se adivine el personaje, pues.
En algunos casos la modestia es no otra cosa que una retorcida forma de vanidad. No es este uno de esos casos: El rastro es una novela iniciática con muchos defectos de argumento y de construcción de personajes. Que sea incluida en una de estas listas me halaga, pero creo que se ha cometido un error.
El rastro es una novela invisible. Nunca fue publicada, aunque desde 1997 es posible leerla en mi página personal, y algunos lectores me han escrito sobre ella. Unos me han dicho que les ha gustado mucho, otros se van al extremo opuesto. Lo natural, pues. Pero de ahí a que aparezca por encima de, digamos, La visita en el tiempo, de Úslar Pietri, o El arte de la fuga, de Pitol, o La vida exagerada de Martín Romaña, del hoy atribulado Bryce Echenique, hay un salto demasiado grande. No sólo eso: es la primera novela venezolana que aparece en la lista. No sólo eso: sólo aparece otra novela venezolana, la ya mencionada del maestro Úslar, siete puestos más abajo. Lo cual ya es como que demasiado. En la lista de jueces aparecen los venezolanos Rafael Arráiz Lucca, José Balza, Alberto Barrera Tyszka, Sergio Dabhar y Francisco Suniaga. Me pregunto (lo dudo) si alguno de ellos habrá tenido algo que ver en esto.
En todo caso, asumiré esto como la última aventura de Rodolfo Cal. Seguro que el Rudy (que ya debe rondar los cuarenta años) está muerto de risa con esta historia.
En fin uno no sabe si felicitarte. Pensándolo bien, hay que felicitarte por aparecer allí. Y el ejercicio de modestia no te ayuda, desde mi punto de vista: estás asignando tus parámetros de escritor exigente a los de otros, el jurado. Y quizás el mérito de «El rastro» es, precisamente ser invisible y haberse sobrepuesto a eso. Saludos!
Jorge, pues enhorabuena por tamaño «Rastro» narrativo con ranking respectivo.
Abrazo pequeñezueloveneciano, JML.
Hay que seguirle el rastro entonces.
Y en este torbellino de publicaciones, y un perro y una rana que agotaron los papeles de las imprentas en diciembre 2006, y tanto auge que no de espuma por la lectura: ¿Quién va a publicar eso?
Mira que la laptop no me la puedo llevar para el baño.
Felicidades totales.
Saludos desde México, D.F.
Ja ja ja…
¡Cónchale! Felicitaciones. A veces el autor es el peor crítico de su obra… o los lectores estaban confundidos y perdieron el rastro… 🙂
Caray! Y yo que creía que Laura Restrepo, Roncaglio, Volpi, Sergio Ramírez, Fuguet y tantos otros que no aparecen en esta lista, estaban entre los mejores escritores hispanoamericanos de los últimos años! Para mí, una lista que no incluya obras de éstos está incompleta. Como hispanoamericano y como puertorriqueño estoy molesto con lo que parece ser un intento comercial de besarle traseros a las editoras internacionales. Mi Puerto Rico, donde escritores como Luis López Nieves, Edgardo Rodríguez Juliá, Mayra Santos Febres y Rosario Ferré, entre otros, han escrito novelas que superan en mucho algunos de los títulos incluidos, ni siquiera cuenta con una mención. Pero, como molestarse no basta, sugiero que Letralia.com, con mucha más amplitud de criterios, someta a consideración de sus lectores, con la asesoría de escritores representativos de las Américas y la España nuestras, una lista similar. Creo que viniendo de Letralia, una lista de las cien mejores novelas en español tendría mucha más peso y validez que la publicada por Semana. Ahí te la dejo, Jorge!
Llegué acezando hasta acá, después de leer Semana, y me encuentro con este que tú quieres sea un desencanto. ¡Hum! Abrazo.
Pana, qué barbaridad. Qué arrecho! Qué fino!
Otra trivia más para los bautizos, cuando ni siquiera la bebida quiebre tu modestia.
un abrazo.
Felicidades por aparecer en dicho ránking!, y felicidades a tu diestra mano que un día se animó a escribir Rastro! su nombre, toda una premonición…
Saludos
¡Felicidades! Porque pese a tu modestia a alguien le debió parecer lo suficientemente buena como para que aparezca ahí… y te dejo que voy corriendo a bajarme la novela.
¡wow! ¡muchas felicidades! esto es estupendo, Jorge. El numéro 32 de cien novelas es más que excelente.
La leeré, por supuesto.
Qué cómico, men; mi novela estaba a punto de enviarla a Baile del Sol, antes de que Ediciones Idea la aceptara. Estamos conectados… Sobre las clasificaciones, como el eterno iconoclasta que tengo que ser, estoy en contra de cualquiera de ellas, hasta que aparece alguien conocido. Ahí empiezo a creer. En todo caso, me parece un poco facilista colocar a Vargas Llosa de segundo. Su novela es insuperable, de estructura casi perfecta, pero no plantea la búsqueda literaria ni la ruptura de esquemas de un Bolaño. Como tengo mi lado Joyce (cuando leo), tiendo a preferir las invenciones y las rupturas esquemáticas que la explotación de una técnica que ya hemos visto antes. Sin ánimos de basurear a Vargas LL, claro está.
Difícil no desconfiar de estos «referéndum Literarios».Como siempre: No están todos los que son y no son todos los que están. Así mismo, como la misma publicación lo subraya, existen muchos escritores que sus obras no han tenido la suficiente publicidad o promoción quedándose afuera de estos ejercicios de diletantes. Desde mi punto de vista: “La fiesta del Chivo” es muy superior a “El amor en los tiempos del cólera” y, la misma revista Semana lo comenta: Roberto Bolaños obtuvo mas votos que Gabriel García Márquez aunque estos se distribuyeron en varias de sus obras. Igualmente me causa hilaridad la aparición en esta lista algunos escritores con obras muy menores como: Ángeles Mastreta(97) y Héctor Aguilar Camín(96)- al que incluso hacen Chileno siendo que nació en Chetumal, Q. Roo, México-. Respecto a tu obra, que he tenido el gusto de leer en tu pagina web, no desmerece y es agradecible, y muy admirable, tu autocrítica objetiva.
De entre los muchos libros y autores ausentes en esta lista hago notar solo a dos:
“Inmaculada o los placeres de la virtud” de Juan García Ponce y “En busca de Klingsor” de Jorge Volpi.
Muchos exitos y muchas paginas escritas para que pronto nos des una novela que si entre, por sus propias virtudes, en la preferencia y memoria- sin importarnos estas listas “chapuceras”-,de todos nosotros los lectores.
EL RASTRO TIENE QUE HACERSE NO SOLAMENTE UNA NOVELA VISIBLE SINO UN RASTRO VISIBLE…FELICITACIONES JORGE.